KINGSTOWN, San Vicente y las Granadinas.- Los 33 países de la América Nuestra vuelven a encontrarse en su foro de concertación regional, la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), que este 1 de marzo celebra aquí su VIII Cumbre.
La delegación cubana está encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Más de una docena de jefes de Estados y primeros ministros, cancilleres y otros responsables de delegaciones continuarán ahondando en la revitalización de un mecanismo regional propio.
Esta bella ciudad caribeña también será escenario para reafirmar y seguir promoviendo los objetivos e ideales fundacionales de integración y concertación establecidos en la Cumbre de la Unidad de 2010, celebrada en la Riviera Maya, México, la que daría paso a la constitución de la CELAC en 2011 en Caracas, Venezuela.
Para conocer sobre el trabajo de este mecanismo en los últimos años, el grupo de prensa de la Presidencia de la República conversó con el joven diplomático Cristian Padilla González, especialista de la Dirección de Asuntos Políticos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).
— A ojos vista, la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe ha vivido una revitalización desde que México asumió su presidencia pro témpore a inicios de esta década, luego con la gestión de Argentina, y ahora, desde 2023, con San Vicente y las Granadinas, que entregará el liderazgo a Honduras. ¿Cuánto se habría avanzado, en este período, en el propósito de convertir a la CELAC en el principal organismo de concertación de los países de América Latina y el Caribe?
—La CELAC surgió en un momento de correlación de fuerzas en la región que posibilitó unir las aspiraciones de varios países para avanzar hacia un mecanismo que uniera los 33 estados soberanos de América Latina y del Caribe sin presencia extra regional.
«Surgía, de esta forma, como una materialización de la visión integracionista de José Martí al plantear la idea de una América Nuestra desde el Río Bravo hasta la Patagonia, donde los países se complementaron entre ellos en función del bienestar de los pueblos.
«La CELAC, en sus 13 años de existencia, ha avanzado muy favorablemente. Se ha consolidado como un genuino interlocutor, aunque queda mucho por hacer en el camino de convertirse en un verdadero mecanismo de integración de los países de América Latina y el Caribe. Aunque ha tenido periodos de altibajos, ha demostrado que es posible avanzar bajo el concepto de la unidad en la diversidad.
—Varios han sido los hitos o momentos que han marcado a la CELAC desde la Cumbre Fundacional de Caracas, en 2011. ¿Cuáles serían para usted, algunos de los más importantes?
—La proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz en el año 2014, en la Segunda Cumbre, celebrada en La Habana, es un referente, al solicitar, al demandar a los países de la comunidad internacional, respetar los postulados de la Proclama en sus relaciones con nuestros países.
«Entre los postulados de esta Proclama, recordemos, se refrendan los propósitos y principios del derecho internacional de la Carta de las Naciones Unidas, la no injerencia en los asuntos internos de los países, el respeto a la soberanía, a la libre determinación de los pueblos, la no imposición de bloqueos ni medidas coercitivas unilaterales violatorias del derecho internacional.
«En el desarrollo de la CELAC ha sido memorable, también, la aprobación del Plan de Seguridad Alimentaria y Erradicación de la Pobreza, conocido como Plan SAN-CELAC, que ha sido recientemente actualizado en función de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
«Se han aprobado, además, documentos históricos como el Plan de Autosuficiencia Sanitaria,a raíz de la pandemia de COVID-19, con el objetivo de responder de forma concertada y unida a los desafíos que impuso esta enfermedad, que azotó a todos nuestros países.
«Ha sido visible, además, el liderazgo de la CELAC en los foros multilaterales y su capacidad de unir las voluntades de los estados miembros en la sede las Naciones Unidas en Nueva York y en otras sedes de ese organismo.En Nueva York, ha tenido momentos de gran activismo, los que hoy se están retomando con intervenciones contundentes que nos dan visibilidad como región y que garantizan que la voz de América Latina y el Caribe no sea silenciada, sea tenida en cuenta en los debates internacionales.
—¿Cuba y la CELAC?
—La CELAC se ha pronunciado de forma consistente en contra del bloqueo de los Estados Unidos, por los daños flagrantes que causa a Cuba, al constituir el principal obstáculo para el desarrollo y bienestar de las familias cubanas, y cuyas consecuencias son palpables cada día en cada hogar.
«La Comunidad ha sido también consistente en el reclamo de excluir a Cuba de la espuria lista de estados patrocinadores del terrorismo. Una inclusión unilateral por parte de los Estados Unidos en una lista que no tiene fundamento alguno.
«Cuba, entretanto, ha mantenido una posición de apoyo a la CELAC y ha sido muy consistente con la política exterior de la Revolución, de respaldo a la genuina integración de América Latina y el Caribe.
«El líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, catalogaría a la CELAC como “el suceso institucional más importante de América Latina y el Caribe en el siglo XXI”; y el General de Ejército Raúl Castro Ruz diría que la CELAC “es nuestra obra más preciada” y que debemos cuidarla, que debemos trabajar por preservarla.
«Y es en ese espíritu de preservación, de conservación de la CELAC y sobre todo de que la CELAC avance hacia una superior etapa de integración, que se convierta en un organismo capaz de integrar a los países de América Latina y el Caribe, de complementarnos más, de ir a a superar las causas radicales del subdesarrollo, la deformación estructural que sufren nuestros países,que Cuba siempre estará del lado de la CELAC y de todos los países que en estos años han tenido la enorme responsabilidad de conducir las labores de este mecanismo».
—En este año de presidencia pro témpore de San Vicente y las Granadinas, la que recibió de Argentina y ahora entregará a Honduras, se ha visto el esfuerzo del primer ministro Ralph Gonsalves y su equipo por incrementar el activismo de la CELAC en foros internacionales. ¿Qué resultados, usted subrayaría?
—San Vicente y las Granadinas ha tenido una actuación excelente como presidente pro témpore. A pesar de ser un pequeño estado del Caribe, con todos los desafíos que ello entraña, ha desarrollado una presidencia muy activa.
«Guió a la región hacia la Cumbre CELAC-Unión Europea, que no se celebraba desde hacía ocho años, y la unió en la demanda histórica de que Europa realice compensaciones por los daños de las guerras, por los daños de la esclavitud y la trata.
«También convocó más de cinco reuniones de ministros y altas autoridades para temas cruciales como la innovación, la ciencia, el medio ambiente, la agricultura. Bajo la presidencia de San Vicente y Las Granadinas también se actualizó el Plan de Soberanía Alimentaria y la erradicación del hambre y la pobreza en América Latina y el Caribe.
«También aumentó el activismo de la CELAC en Nueva York, si lo comparamos con períodos precedentes. San Vicente y Las Granadinas realmente ha logrado dar continuar a la revitalización que ha venido caracterizando a la CELAC desde la presidencia pro témpore ejercida por México y luego por Argentina».
—En una época llena de conflictos, guerras y otras amenazas, en 2024 se celebra el Décimo Aniversario de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada el 29 de enero de 2014 por los 33 países miembros de la CELAC en la Cumbre de La Habana. ¿Se le dedicarán espacios en la cumbre a estas conmemoraciones?
—Recientemente, el 29 de enero, celebramos ese acontecimiento histórico y sí, a iniciativa de San Vicente y las Granadinas, la cumbre dedicará un momento especial a rememorarlo, porque la Proclama es trascendente en tanto documento vivo, documento que muestra la voluntad y el compromiso de todos los países de América Latina y del Caribe de solucionar sus controversias a través de la paz, a través del diálogo, a través del entendimiento.
«La paz es imprescindible para poder avanzar hacia el desarrollo. Es muy difícil que América Latina y el Caribe pueda cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible si no existe paz en la región; y ello pasa por el entendimiento mutuo de los estados miembros, pero también por el respeto que otros países de la comunidad internacional deben tener hacia los países de la región.
«Estados Unidos continúa siendo la principal amenaza a la paz en América Latina y el Caribe, y la cumbre debe tener un mensaje fuerte de apoyo a la necesidad de continuar la conservación, la preservación de la paz como anhelo, como una joya de nuestros países».
—¿A qué temas podría prestarle mayor atención Cuba en la VIII Cumbre de la CELAC?
—Cuba siempre ha abordado en estas cumbres asuntos como la paz, la integración regional, y claro, deben estar otros temas, como la revitalización del mecanismo y el avance hacia fases superiores de integración. Cuba siempre entiende que la CELAC visibiliza las aspiraciones comunes de los países de América Latina y el Caribe, países todos del sur, países en desarrollo. Cuba siempre apoyará un mayor activismo de la CELAC en Naciones Unidas y que este se extienda a otras sedes multilaterales.
«La VIII Cumbre también debe ser un momento en el que Cuba reitere su llamado a poner fin a la barbarie que se está cometiendo contra el pueblo palestino, a no dejar de lado una situación como esta, que merece todo todo nuestro esfuerzo.
«Por supuesto, la Cumbre de Kingstown también debe ser otro momento para refrendar el compromiso de Cuba con la paz, con la unidad en la diversidad como divisa principal en el camino hacia la integración de nuestras naciones; y para reiterar el agradecimiento a todos los países de la región por la consistente posición en contra del bloqueo, en contra de la inclusión unilateral en la espuria lista de estados patrocinadores del terrorismo».
