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Tras la huella… de las reclamaciones

El atraso de los pagos salariales, la falta de interés por parte de los administradores para resolver este y otros problemas e inconformidades con los montos de jubilaciones son algunas de las principales reclamaciones que se reciben en la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y a las cuales se les ha garantizado la máxima atención.

Al cierre del año 2023 se registraron unas 38 mil 355 inquietudes de afiliados y no afiliados que se recibieron en diversas instancias del movimiento sindical, en las que se apreció un equilibrio entre las reclamaciones individuales y las colectivas.

Ellas correspondieron fundamentalmente a los sindicatos nacionales de: Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros; Civiles de la Defensa, al del Comercio, Gastronomía y los Servicios,y los de la Cultura, Industrias y de la Salud.

Un análisis de las reclamaciones recogidas constató que al 27 % de los casos recibidos le asistió la razón o parte de ella, lo que demuestra la no participación activa y oportuna de los sindicatos ante cualquier conflicto, así como la débil representación de los trabajadores ante los empleadores.

 

William Sánchez Correa, funcionario del Departamento de
Asuntos Laborales y Sociales de la CTC. Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

William Sánchez Correa, funcionario del Departamento de Asuntos Laborales y Sociales de la CTC, precisó que comparado con el año anterior hubo una disminución de 143 casos.

Lo que debe mejorarse

Las reclamaciones son un derecho que tienen los afiliados y no afiliados de presentar ante la organización cualquier inquietud que tengan. Pueden tramitarlas por escrito, verbal, vía telefónica o electrónica a la Oficina de Atención a los Trabajadores, que en la capital radica en la sede de la CTC, mientras que en las demás provincias del país son atendidas por miembros del secretariado provincial. Asimismo, se prioriza que exista en cada territorio un abogado que brinde de manera gratuita el asesoramiento necesario a los trabajadores.

Sánchez Correa informó que “un aspecto que resulta imprescindible transformar es la no correspondencia entre la gravedad del hecho y la aplicación de la medida impuesta por el empleador, como establece el Código de Trabajo y su concreción en los Reglamentos Disciplinarios Internos de cada centro”.

El mayor índice de quejas y reclamaciones por parte de los trabajadores procede de las provincias de Mayabeque, La Habana, Camagüey, Santiago de Cuba, Guantánamo y el Municipio Especial Isla de la Juventud.

Sin embargo, aún hay burós provinciales que no reciben durante todo el año ninguna queja, un elemento a tener en cuenta porque demuestra el mal funcionamiento de los cuadros sindicales, y un inefectivo sistema de trabajo para la atención a las reclamaciones, unido a la falta de exigencia de los comités provinciales de la CTC.

Al evaluar la composición de las quejas llegadas en el transcurso del pasado año, según señaló Sánchez Correa, “se aprecia que en materia de disciplina el 35 % está relacionado con medidas de separación definitiva del sector, cambios de puestos de trabajo o multas sobre el salario”.

Mientras que en materia de derecho “el 64 % es por el otorgamiento de plazas puestas o no en convocatoria, sistemas de pago que no están en correspondencia con las características del centro, pago del salario mensual fuera de fecha, inconformidad con la distribución de las

utilidades, morosidad y malos procedimientos en lo concerniente a la seguridad social; la reiteración del no reconocimiento de los años de servicio y del incremento de la chequera de jubilación por méritos excepcionales, aclaró el funcionario.

En la sede de la CTC se recibieron en el año 2023 un total de 202 reclamaciones, de las cuales ya tienen respuestas 192 y quedan pendientes 10. “Antes de llegar a nuestras oficinas tienen un tratamiento especial por el secretario general de la CTC que las recibe semanalmente, las valora y decide qué sindicato debe darles respuesta”.

Sánchez Correa explica que el sistema de trabajo se consolida además por la cooperación directa con los órganos de prensa. En la sección del Buzón abierto del periódico Trabajadores, por ejemplo, se reciben quejas y reclamaciones y se tramitan para su respuesta o solución.

Al filo de la ley

Ana Teresa Rill Revé, jefa de la Sección Jurídica de la CTC argumenta que “la vía previa de solución antes de llevar las reclamaciones ante el tribunal son los órganos de justicia laboral (OJL), que actualmente han sufrido cambios a partir de la Ley 141 del Código de Procesos”.

 

Ana Teresa Rill Revé, jefa de la Sección Jurídica de la CTC. Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

 

Los OJL, precisa, están integrados, además de por los representantes de la administración y la organización sindical, por trabajadores de reconocido prestigio de diferentes categorías ocupacionales lo que contribuye al análisis más integral de cada caso.

 

Roberto Betharte Mazorra, jefe del Departamento de Asuntos Laborales y Sociales. Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

 

Roberto Betharte Mazorra, jefe del Departamento de Asuntos Laborales y Sociales, reafirmó que “para nosotros los OJL son una experiencia única porque solamente existen en Cuba; y eso unido a los cambios dentro del escenario laboral y el accionar de los órganos, evidencia la democracia participativa de los trabajadores, porque actúan donde se origina el conflicto”.

La prioridad que requiere esta tarea

Leobanys Ávila Góngora, miembro del Secretariado Nacional de la CTC a cargo de la Esfera de Asuntos Laborales y Sociales, señaló que “la atención a las quejas y reclamaciones de los trabajadores constituye la esencia del trabajo de la CTC y sus sindicatos a todos los niveles, como parte de su misión de representarlos, para ello se requiere continuar capacitando a los dirigentes de base y cuadros que se incorporan a la organización en el dominio del reglamento, pero sobre todo brindar prioridad a esta tarea desde la planificación del trabajo y el plan individual.

 

Leobanys Ávila Góngora, miembro del Secretariado Nacional de la CTC. Foto: Tomada de Cubadebate

 

“Uno de los asuntos que hemos identificado como deficiencia es la falta de acompañamiento a los reclamantes durante el proceso, lo que requiere un mayor asesoramiento y exigencia a los empleadores porque se respeten los derechos de los trabajadores, lograr que los Reglamentos Disciplinarios Internos estén actualizados en una efectiva negociación colectiva.

“Al mismo tiempo es imprescindible el funcionamiento de los OJL y su capacitación teniendo en cuenta que constituyen conquistas del movimiento sindical y acercan la solución del conflicto al colectivo, aunque con el Código de Procesos (Ley 141), si los órganos no se pronuncian en los términos establecidos, los trabajadores pueden acudir directamente a los tribunales”.

Lo importante es que el trabajador siempre encuentre una vía de respuesta oportuna y adecuada a sus preocupaciones, lo que contribuye a reforzar su confianza en la organización sindical.

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