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“Atizar” el hervidero sindical

Más de 590 asambleas se prevé realizar en los colectivos laborales del Municipio Especial Isla de la Juventud, como parte del proceso político de presentación, discusión y análisis del Plan de la Economía y Presupuesto del 2024, donde la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), protagonista del debate, insiste en la necesidad de elevar la competitividad, la calidad, la eficiencia en los renglones productivos y sustituir importaciones.

Trabajadores de la fábrica de tabaco Ricardo Ebanks Reinol trabajarán para lograr más torcidos aprovechando cada jornada.

Estas jornadas comenzaron en el territorio el 15 de enero y se extenderán hasta el 29 de febrero, según informó Nelkys Lopetegui Castillo, miembro del Secretariado de la CTC aquí, al frente de la esfera de Asuntos Económicos.
Los sindicatos evalúan la situación financiera que atraviesa el país por la falta de divisa, debido, en lo fundamental, por el cerco económico, comercial y financiero más prolongado y abarcador, impuesto por Estados Unidos. Sin contar las 243 medidas coercitivas unilaterales, aplicadas por Donald Trump contra Cuba durante su mandato y mantenidas por la administración de Joseph Biden, en lugar de avanzar en las relaciones bilaterales que existieron durante la presidencia de Barack Obama.

Se habla de lo real del bloqueo, principal escollo para avanzar en la prosperidad y bienestar de la población cubana; por eso, en estos espacios donde deben participar alrededor de 24 195 trabajadores pineros, saltan con urgencia respuestas a preguntas claves.

¿Qué vamos a producir y cómo hacerlo?; ¿Cómo ahorrar y en qué renglones, sin disminuir los niveles de actividad, sino de mantenerlos o incrementarlos con menos recursos, a partir de una gestión más eficiente?; ¿Qué diseñar para exportar más?; ¿Cuáles son las reservas internas para crear riquezas, producir alimentos, sustituir importaciones, asegurar y diversificar ingresos superiores y usar de forma racional el presupuesto? ¿cómo buscar soluciones y alternativas reales, a partir de descentralización de facultades y la disponibilidad objetiva de recursos materiales y financieros con los que dispone?

Entre otras interrogantes que encaucen el camino hacia la eficiencia, a partir de la instauración de una mentalidad propositiva, no solo por el empleador sino por la masa obrera, de qué hacer con los planes de unidades físicas, el de utilidades, las pérdidas, los gastos materiales y los costos, el fondo de salario, el promedio de trabajadores para enfrentar lo pactado, la productividad por hombre, los recursos energéticos y financieros para asegurar el cumplimiento de la palabra empeñada, los sistemas de pagos a aplicar, tanto por alto desempeño como por otros incentivos.

Pero este debate no puede quedar ahí, es vital convertir estos intercambios en un proceso continuo, a fin de evaluar cómo se cumple lo pactado, o si resulta necesario hacer adecuaciones en función de los contextos y el escenario externo.

En el caso específico de la Isla de la Juventud no ha faltado en estas Asambleas del Plan de la Economía el llamado a velar por las prioridades de trabajo definidas, tanto nacional como local: la batalla ideológica, la defensa del país y la batalla económica; además de las seis líneas contempladas en la Estrategia de Desarrollo Territorial: Producción de alimentos; formación de capacidades; desarrollo de la industria local; identidad y sentido de pertinencia; turismo local y servicios y desarrollo socioculturales

También ha estado en el centro de la diana el intercambio acerca del rendimiento de las inversiones, pues los estudios de factibilidad no siempre constituyen la herramienta de trabajo necesaria y son apreciados, en ocasiones, como una formalidad para acceder a la aprobación de la inversión y su inclusión en los planes de la economía, por lo que el llamado ha sido a hacerlos más profundos y no concentrarse únicamente en garantizar la aprobación de un presupuesto, sino tener visión de futuro.

El traído y llevado tema del salario con sus múltiples lecturas, “que si no alcanza”, “mira la fecha y aún no lo han pagado” ocupa minutos, al igual que la importancia de maximizar los ingresos, ser cada día más racionales en los gastos, disminuir el componente importado del turismo.

Sé que se ha debatido el tema de planificar dinero para la adquisición de medios de seguridad y protección y mejorar la alimentación, las condiciones de vida y trabajo, pues existen presupuestos de gastos sin planificar cifras en esas partidas. No ha escapado el tema del control interno, la prevención, y cumplir con el fortalecimiento de la contabilidad.

En estos encuentros, donde el aporte del movimiento sindical es esencial, en función de buscar las reservas de eficiencia y ayudar a que la masa de trabajadores tenga más información de en qué y cómo se gastará cada centavo planificado, además de su impacto en los servicios recibidos y brindados, no puede reinar las lamentaciones sino, analizar, junto con los afiliados, para proponer soluciones y exigirle a la administración resolverlos.

¿Qué no corresponde? Pensar más en los fondos exportables, no solo en los tradicionales; azúcar, tabaco y níquel, sino sumar otros sin miedo, hay ingenio y calidad sobrada en los colectivos.

Si fuera a caracterizar estas Asambleas la palabra a emplear sería laboratorio, por ser justo un hervidero de ideas, donde cada cubano, desde el plano individual, se siente responsable de las transformaciones gestadas desde el interior de nuestro modelo económico para materializarlas.

Pero ese hervidero debe “atizarse” más, me decía Ramón Enrique Ledesma Céspedes. Presidente de la Asociación de Economistas y Contadores del territorio pinero: “Urge mayor protagonismo de los trabajadores, quienes, en algunos centros, no se sienten motivados por participar, se quedan callados o aprueban sin meditar las cifras presentadas por los superiores”, expresó.

Ante sus criterios confío en la sabiduría y la buena conducción, por eso comparto las palabras de Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC en la preparación de los cuadros para el proceso XXll Congreso el pasado mes: “Las informalidades se introducen por los hombres que conducen los procesos, no por la naturaleza propia de las actividades”.

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