Matanzas.- Con una formación casi idéntica a la que consiguió el oro de la segunda Liga Elite del Béisbol Cubano (solo le faltaron Arruebaruena, Rusney y Dariel), el equipo Matanzas se agenció el título de la Serie de las Estrellas, tras derrotar por nocao (12-2) en el partido final a las Estrellas de Cuba. Hasta aquí el lead de la noticia pudiera resumirse con elegancia.
El juego se definió con racimo de ocho carreras en el segundo capítulo y tuvo en Yurisbel Gracial y Yadir Drake dos piezas claves para la victoria, al pegar ambos jonrones e impulsar tres carreras. Desde el box, Yadián Martínez se encargó de tirar las serpentinas y solo permitió dos carreras, empujadas por Andy Cosme en el cuarto. En apenas cinco entradas y menos de dos horas, el poco público en el estadio Victoria de Girón volvió a aplaudir as sus campeones.
Por el bronce, Venezuela hizo la cruz (no había ganado en todo el torneo) y se impuso a México 8-3, con lo cual se reafirmó que el béisbol tiene sistemas de competencias no siempre justos, como era este el caso. No obstante, hoy los morochos jugaron como no lo habíamos visto, con José Gersel Pitre y Carlos Herrera mandando las esféricas fuera de las cercas.
Sin embargo, todo lo descrito no supera la pregunta del titular. ¿cuántas estrellas tenía esta Serie? Quizás dos y no porque falten argumentos para crecer, sino por la calidad demostrada de los participantes y la puesta en escena que tuvo el torneo, apresurado en organización, pero con el punto a favor de romper la inercia en cuanto a volver a tener una lid internacional de béisbol en Cuba.
Desde ya tomamos la arrancada para sugerir cambios que debieran suceder si se persiste en la idea de continuar el evento:
- La fecha no es lo ideal, pues compite con la Serie del Caribe y no permitiría un crecimiento de federaciones a invitar. ¿Qué tal si se planificara antes de arrancar la Liga Elite y la mayoría de las ligas invernales de la región? ¿No habría más equipos foráneos interesados dado que les serviría de preparación o tope previo?
- El nombre nos parece desajustado a partir de la similitud con otros que pululan en este contexto. ¿No sería más pertinente retomar la justa internacional de mayor rango que organizamos hasta la década del 90 del siglo pasado en Cuba: el torneo José Antonio Huelga?
- Es imprescindible el concepto de espectáculo con animador, música, opciones recreativas, gastronómicas, pantallas y demás componente de show, tal y como sucede en el mundo. Al aficionado hay que ganárselo, no solo por la pasión del béisbol, sino por la envoltura y la manera de vender un espacio cada vez más sociocultural.
- Todas las academias de béisbol, peñas, profesores de la base, y hasta alumnos de las escuelas deportivas son imprescindibles en las gradas, no para llenarlas por disciplina, sino para que aprendan en vivo de los secretos de nuestro deporte nacional, ahora con presencia internacional.
- Debemos sumar a los actores económicos del país (Mipymes, empresas, sector privado, cooperativo, entre otros) a patrocinar el evento. Mejores condiciones de alojamiento, premios en metálico y otros recursos pudieran motivar también a los peloteros, quienes deben ver esta oportunidad como una opción diferente, y no como un compromiso más al que no le pongo todo el interés.
- El formato de competencias nunca debe volver a repetir esta fórmula, pues la ronda clasificatoria no sirve de nada y un equipo que no gane nada puede llegar a ser campeón con más derrotas que victorias. Si es cuadrangular, deben discutir el título los dos primeros puestos. Si hay más equipos entonces sería por grupos o todos contra todos más los esperados play off o cruces.
- Matanzas parece ser una sede ideal por la infraestructura hotelera con precios competitivos para las selecciones extranjeras. Sin embargo, no se puede descartar plazas como Holguín, Ciego de Ávila o La Habana, en las que los aficionados siempre han respondido ante certámenes de este tipo.
Son solo algunas ideas como jaque mate de cierre. Le invito a aportar las suyas.