Haber alcanzado medallas en las últimas ediciones de los Juegos Olímpicos, le garantiza a la lucha cubana una alta dosis de confianza de cara a lo que se avecina en el actual calendario.
La meta será Paris 2024, donde ese deporte llevará la encomienda de capturar al menos dos preseas de oro (Luis Orta y Mijaín López), aunque los estrategas de la selección nacional escudados en sus análisis aspiran a más.
Para llegar a la cita en suelo francés las selecciones nacionales deberán asumir el torneo preolímpico en México, en el que estarán los mejores exponentes del continente, todos con el mismo objetivo sacar pasaje para la lid de los cinco aros.
Según el comité organizador más de 180 gladiadores calentarán los colchones de Acapulco. Entre las chicas serán 59 las pugnarán por el sueño, mientras que en la greco combatirán 57 efectivos, (recuerde que Cuba ya tiene tres clasificados).
En la libre el asunto es más complicado pues son 67 los inscritos con marcado protagonismo para los estadounidenses, una de las principales potencias del mundo y dueño de la primacía a nivel panamericano.
A pesar de lo escabroso del camino la lucha cubana respira optimismo. La avalan no solo sus históricos resultados, también su calidad y deseos de afrontar.