Escuchar al vice primer ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández en el espacio televisivo Mesa Redonda anunciar: “Desde el primero de enero entrarán en vigor las justas medidas que benefician a los trabajadores de los sectores de educación y salud pública”, me llenó de orgullo ante tan esperado reclamo, no solo de esta fuerza sino del pueblo.
Qué mejor manera de celebrar con júbilo, optimismo y seguridad el cumpleaños 65 de la Revolución cuando los enemigos hablan de paquetes de medidas neoliberales, sin detenerse a analizar el alcance social de los cambios anunciados por el Gobierno para corregir las distorsiones, en el reordenamiento monetario y económico del país, ordenamiento del sector no estatal e reimpulsarnos en el 2024.
No me detendré en ninguna en específico, solo quiero hablar de la grandeza de esta en cuestión, la cual beneficia a un capital humano orgullo de Cuba, por esa actitud revolucionaria ante el trabajo y el estudio; sus metas, la alta calificación del personal, motivaciones y compromiso con el país y el Socialismo.
No ocurre así en los países capitalistas, allí los que estudian tienen la misma motivación que los empresarios: maximizar el ingreso y orientar sus recursos hacia donde esperan una tasa mayor de rendimiento, por esa razón apuestan por el “robo” de cerebro, lo grafica el hecho de que tan solo en Estados Unidos un 23 por ciento de los Doctores en Ciencias son de otros países, en su mayoría del campo de la Computación.
Especialistas en el tema refieren que aproximadamente un tercio de los científicos formados en el mundo no trabajan en sus países; más del 50 por ciento de los que viajan a hacer un doctorado en Norteamérica y Europa no regresan a sus lugares de origen.
El máximo líder Fidel Castro Ruz, en febrero de 1991 manifestó la concepción del Capital Humano en la Revolución:
“Siembra escuelas y tendrás decenas de miles de científicos, siembra escuelas y tendrás decenas de miles de buenos cuadros; siembra escuelas y tendrás un pueblo preparado, siembra escuelas y tendrás un pueblo consciente, capaz de enfrentar cualquier prueba, siembra escuelas y tendrás un pueblo de socialistas y comunistas”.
Luego el 17 de noviembre del 2005, en ocasión del acto por el 60 Aniversario de su entrada a la Universidad subrayó: “El Capital Humano avanza para ser el más importante recurso del país, muy por encima de casi todos los demás juntos. Hoy Cuba tiene más de 500 000 estudiantes universitarios.
“Vamos a cambiar injusticias y desigualdades sin cometer abusos. No le vamos a quitar nada a nadie porque la Revolución está creando importantes riquezas que no vendrán de la caña, sino fundamentalmente del Capital Humano del que disponemos”, concluyó.
Y así ha sido. Muestra de ello es que tenemos convenios con más de 160 países, proyectos en educación (media y superior), salud y deportes; colaboradores de la salud en decenas de países, porque nuestra concepción del capital humano descansa sobre la más asombrosa Revolución educacional que beneficia a todos y para el bienestar de Cuba y el mundo.
A poco de iniciarse el 2024, se impone desde ya seguir apostando por ver a nuestro capital humano como una fortaleza, para así alcanzar esa unidad, comprensión y confianza como nos ha pedido la dirección del país, máxime si nuestro mayor tesoro está delante de nosotros, como me dijo Yisenia Mujica Santos, jefa del Grupo Básico del policlínico Leonilda Tamayo Matos.
Su agradecimiento lo expresó en prosa con un fragmento de un texto escrito por Mohandas Karamchand Gandhi, líder nacionalista defensor de la igualdad y la injusticia:
Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.
– Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.
– Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.
– Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra.
– Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.
– Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.
– Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.
– Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas.
– Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.
– Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.
– Invitaré a caminar al que decidió quedarse.
– Y levantaré los brazos, a los que se han rendido.
– Porque en medio de la desolación, habrá un niño que nos mirará, esperanzado, esperando algo de nosotros.
– Y aún en medio de una tormenta,
por algún lado saldrá el sol.
– Y en medio del desierto crecerá una planta.
– Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría.
Mientras Bárbara Yaquelín Daudinot Gómez, directora General de Salud en el Municipio Especial Isla de la Juventud subrayó que estas medidas son un regalo, más al anunciarlas a tan solo unos días del aniversario 40 del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, inaugurado el cuatro de enero del 1984 por el Líder Histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz y cuyos principios fundacionales se consolidan a diario, al promover estilos de vida saludables, prevenir riesgos y daños a la salud.