Para lograr el país que deseamos, el trabajo tiene un rol básico y central en la vida de los seres humanos, con el entendido que dedicamos tiempo a trabajar para satisfacer nuestras necesidades.
Nuestro Héroe Nacional sentenció: «El trabajo es de todos y el compromiso es con todos». Para hacer realidad esas palabras, se deberá contribuir al crecimiento de los bienes y la prestación de los servicios, elevar las ofertas a la población y en consecuencia la capacidad de compra del salario. En esta batalla es decisivo el papel del Sindicato como ente movilizador y fiscalizador.
Al respecto, recientemente en intercambio con dirigentes sindicales estatales y privados en la provincia de Matanzas, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), precisó que corresponde a los dirigentes sindicales ser más exigentes con aquellos directivos que se mantienen pasivos a la espera de orientaciones, sin buscar alternativas que permitan que el salario cubra las necesidades de los trabajadores y su familia.
Es preciso un mayor liderazgo y protagonismo sindical a todos los niveles así como también el indispensable vínculo con la base, que es donde se concreta la esencia del Sindicato, para escuchar y priorizar las propuestas de los trabajadores como principales actores en la recuperación de la actividad económica .
“El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos”, escribió José Martí en alusión al poder de construir y fundar de todo ser humano durante el tránsito por la vida; “a los obreros razonadores, mesurados, y tremendamente enérgicos, no los vencerá jamás, en lo que sea justo, nadie”.
Con esperanza y creatividad y el firme propósito de construir juntos un futuro de prosperidad y belleza se impone calidad y eficiencia solo así lograremos el país que deseamos y necesitamos.