En varios frentes que abastecerán al central Majibacoa, de Las Tunas, este jueves comenzaron los cortes de caña, como parte del programa correspondiente a la zafra azucarera 2023-2024 en este territorio del oriente cubano, encargado de producir más de 61 mil toneladas del crudo, la cifra más alta asignada a una provincia del país.
Según informó el ingeniero David Puig Brito, director de la empresa agroindustrial azucarera Majibacoa, estas labores las están desarrollando en zonas del ingenio Grito de Yara (Río Cauto, Granma), que debe suministrar unas 70 mil toneladas; y de Manatí y Majibacoa, en Las Tunas.
A esas faenas deben incorporarse áreas del sur de “Jesús Menéndez” todavía afectadas por la humedad que tienen sus campos asociada a las precipitaciones de inicio y fin de año.
Cuando se disponga de la materia prima necesaria para sostener la molienda, unos dos días, la industria iniciará la producción de azúcar con el objetivo de completar las cerca de 22 mil 208 toneladas comprometidas, aseguró Puig Brito.
En tanto, el ingeniero Ilán Delgado Vázquez, director de la empresa agroindustrial azucarera Antonio Guiteras, confirmó que el central homónimo, en Puerto Padre, no tiene fecha tentativa para empezar la campaña propia, pero apoyará en el suministro de la gramínea a su homólogo majibacoense.
Con esa intención, dijo, ya tienen máquinas cosechadoras atrincheradas en Santa María 11 («Jesús Menéndez»), donde esperan que la situación de los campos les permita entrar en acción.
Delgado Vázquez adelantó que aguardan por la comisión evaluadora que debe certificar a la fábrica y la maquinaria con la condición de listas para emprender la zafra.
El ingeniero Rafael Pantaleón Quevedo, director de Coordinación y Supervisión Técnica del grupo Azcuba en la provincia, reconoció que en este preámbulo, los directivos y trabajadores del sector han enfrentado y vencido numerosos obstáculos relacionados con limitaciones de algunos recursos como combustibles, gomas, baterías y otros insumos que han alterado la planificación.
Detalló que también tienen que resolver el deterioro de los caminos cañeros, afectados por las recientes lluvias y las carencias de combustibles y lubricantes, cuya rehabilitación se irá realizando en correspondencia con la programación de corte.