Con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Líder de la Revolución Cubana, y del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, se desarrolló en la ciudad santiaguera la celebración por los 65 años del Primero de Enero de 1959.
El acto tuvo lugar en el perímetro que ocupan el antiguo Ayuntamiento de la urbe suroriental y el parque Céspedes, el mismo escenario donde el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz proclamó al mundo el triunfo del Ejército Rebelde sobre las fuerzas de la tiranía imperante en el país por aquel entonces.
Presentes también en la conmemoración otros dirigentes del Partido y el Gobierno cubanos, en especial dos protagonistas de las luchas revolucionarias, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, así como una representación del pueblo santiaguero.
Música, artes escénicas, verso, danza e imágenes por video mapping se tornaron muestrario de cómo se sucedieron en el tiempos los días y las horas previas a la proclamación de la Revolución Cubana, así como de algunos de los hitos políticos, económicos y sociales de la nación desde 1959 hasta hoy.
El Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez reconoció que era un honor y un privilegio estar en la heroica Santiago de Cuba compartiendo con algunos de los protagonistas de aquella épica los 65 años de la Revolución.
Significó la trascendencia de la tierra santiaguera y sus aportes a la libertad de Cuba, en especial aquel primer día del primer día de la victoria de 1959.
En evocación a las palabras de Fidel al proclamar la libertad de la patria recordó que “la Revolución no será una tarea fácil”, y acotó “nada ha sido fácil para Cuba, ni para los enemigos de la revolución que han tratado de derrocarla” desconociendo que nos inspiran los años de luchas desde 1868 hasta la victoria de Enero de 1959.
Rememoró cómo gracias a la Revolución se han dado en el país hitos económicos y sociales enumerando algunos de ellos: la educación, la ciencia, la cultura, el deporte, la asistencia de salud… que no sólo impactan en el país sino en otras muchas naciones.
“Esta es la Revolución, genuina y profunda” dijo, “inmensa y profunda”, la misma que ha sabido sobrevivir al acoso y a la persecución, una Revolución con una política internacional independiente, de amistad fraternal, en estrecha amistad y cooperación con todos los que respetan la soberanía nacional.
En sus palabras precisó que la Revolución se ha forjado en la sagrada unidad de los revolucionarios que lleva a estar juntos por la patria, con el apoyo de la mayoría del pueblo.
Precisó que quedan muchas batallas e incontables proezas por contar, y resaltó el legado de los que hicieron posible la obra grande que hoy se sigue defendiendo con especial mención a los jóvenes cubanos.
“¿Cuánto más inmensa sería la obra sin ese cerco atroz que nos bloquea?” interrogó Díaz-Canel y acotó que no habrá cansancio en seguir demandando el fin de tan genocida politica: “No nos cansaremos de demandar el fin del bloqueo” dijo, pero sin no lo quitan “Cuba encontrará como resolverlo”.
Exaltó la gloria de este primer día de enero, día de inmenso significado para una nación que se celebra con la alegría ganada en el sacrificio, con la convocatoria de salvar la dignidad del futuro.
“Queda mucho por decir y mucho más por hacer” sentenció, y ratificó el compromiso de quienes hoy dirigen la nación de cambiar todo lo que deba ser cambiado “sin renunciar a uno solo de los principios”.
El cierre de la conmemoración fueron las palabras del General de Ejército Raúl Castro Ruz quien ratificó el avance de la única Revolución, iniciada en 1868 por Carlos Manuel de Céspedes.
De manera sintética recordó lo dicho por Fidel en varias ocasiones en los primeros días del triunfo de enero de 1959: “La Revolución no será una tarea fácil”.
Fue, dijo Raúl, su temprana alerta de no sobreestimar los éxitos, y la vida se encargó de demostrar cuánta ranzón tenía”; el camino no ha sido fácil, sentenció, enfrentando la perversidad del enemigo que incluso ha acudido a la agresión armada y al bloqueo económico comercial y financiero en el empeño de borrar el ejemplo de que sí es posible una sociedad justa para todos.
Recalcó que el bloqueo es la principal causa de los problemas de nuestra economía, aunque el enemigo invierta mucho dinero para ocultar ese verdad, lo que no significa, precisó, que desconozcamos deficiencias y errores, los cuales nunca ha sido de principios.
Dijo que en el transcurso de la construcción del socialismo, en un país pobre y sometido a agresiones, nos hemos visto obligados a crear nuestras propias maneras de hacer, con una inmensa capacidad creedora, y podemos decir con sano orgullo que ni agresiones externas, ni de la naturaleza, ni nuestros propios errores nos han impedido llegar a este 65 aniversario: “Aquí estamos y aquí estaremos”.
Ello, ratificó, ha sido posible por la resistencia y seguridad en sí mismo de nuestro pueblo, la conducción de Fidel, la existencia de un Partido y por la unidad de la nación.
“Entre mayores sean las dificultades y los peligros mas exigencia, disciplina y unidad se requieren”, y patentizó que la unidad es nuestra principal arma estratégica y nos ha permitido salir adelante ante cada desafío.
“Cuidemos la unidad, no tengo dudas de que así será” aseguró y dijo estar convencido de que nuestra combativa juventud así lo hará.
En sus palabras destacó que la Revolución Cubana, tras 65 años de existencia, lejos de debilitarse se fortalece sin compromisos con nadie, solo con el pueblo.
Ratificó la confianza en quienes hoy ocupan responsabilidades en el Partido y el Gobierno, desde los más altos cargos hasta los dirigentes de base que están en la primera línea de combate con firmeza revolucionaria. Convocó a los cuadros a meditar cada día sobre qué más puede hacerse para ratificar la confianza del pueblo, encontrar soluciones realistas, y logren superarse.
“Si grandes son los retos y dificultades actuales mayor es la obra de la Revolución, una obra palpable en cualquier rincón de Cuba”, por eso, apuntó, “hay que defenderla”.
Fue enfático al afirmar que vamos a salir de estas dificultades como lo hemos hecho siempre, combatiendo, con la decisión de Baraguá, del Moncada, el Granma, Girón, y con la convicción que nos legó el Comandante en Jefe.
Precisó que es necesario avanzar en productividad, orden y eficiencia para crear las bases y salir delante de la actual situación, y desarrollarnos, pidiendo a nuestro pueblo sumarse de forma consciente y responsable a este empeño que hoy exige la patria: proseguir la lucha con optimismo y fe en la victoria.
Finalmente sentenció: “Aquí estamos y aquí estaremos”, nos manteneos con el pie en el estribo, seguros de que siempre retumbará el grito mambí: ¡Viva Cuba Libre!