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Ante el mismo balcón desde donde el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamara al mundo el triunfo de la Revolución cubana hace 65 años, presidieron la ceremonia Rogelio Polanco, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y jefe de su Departamento Ideológico; José Ramón Monteagudo, primer secretario de la organización política en la provincia; y Beatriz Johnson, gobernadora.
Yaneydys Hechavarría, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, refirió que Santiago de Cuba es cuna de la Revolución y de hombres y mujeres protagonistas de grandes hazañas, para el bien de toda la sociedad.
Reconoció la fortaleza de los cubanos ante la crisis global y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos que arrecia con la intención de asfixiar y rendir al país.
Es este pueblo trabajador el que sueña con un futuro próspero y sostenible, pero sin injerencias, dijo, a la vez que felicitó a los santiagueros por el nuevo año y los convidó a mirar al presente con el compromiso de fortalecer la unidad y los valores, a fin de mantener las conquistas del proyecto socialista.
Marisela Duarte, asistente a la celebración, confirmó a la Agencia Cubana de Noticias la pertinencia de la Fiesta a la Bandera como símbolo de cubanía y festejo único de su tipo en la nación caribeña.
Afirmó el deseo de un nuevo año de victorias, éxitos y salud para todos los cubanos.
La celebración, instituida por Don Emilio Bacardí y Moreau, primer alcalde de la ciudad, es una práctica arraigada en los indómitos desde 1901, gracias a la iniciativa de Ángel Moya, quien propuso adquirir mediante recaudación popular una bandera de ocho metros de largo para el Ayuntamiento de la urbe, a fin de rendirle homenaje, como emblema de la identidad nacional y la lucha por la independencia.
El Ballet Santiago, la compañía danzaria Old Star, la solista Egleydis Silegas, los actores Maykel Eduardo y Dalia Leyva, amenizaron la noche con interpretaciones de danzas y canciones que referencian el orgullo de ser cubano, bajo la dirección artística de Eliades Quesada.
Además, los presentes brindaron y compartieron besos, abrazos y apretones de manos, en aras de desear salud, prosperidad y éxitos.
Como es habitual, precedió a la celebración una jornada de homenaje en todo el territorio, con el izamiento de banderas cubanas en los sitios con mástiles de alto porte, y otras muchas honraron los frentes de centros laborales y hogares familiares.
