Mientras el Pleno del Partido Comunista de Cuba en la provincia más oriental del país analizó la víspera con especial atención la recuperación de la industria azucarera en Guantánamo, la arrancada crucial del ingenio Jesús Argeo Martínez Figueredo, único involucrado en la contienda nacional desde el territorio transcurre sin contratiempos.
Según declaraciones de Arletys Savón Quiala, Secretario Provincial del Sindicato de Trabajadores Azucareros la falta de caña, la escasez de combustible para su traslado desde la hermana provincia de Santiago de Cuba y el mantenimiento de las maquinarias son las limitaciones que tradicionalmente debilitan el cumplimiento de las metas de azúcar no logradas desde el año 2014.
En ese sentido se destacó el esfuerzo de trabajadores en las tareas de innovación para asegurar el éxito de disímiles procesos de la fábrica, algunos frutos de una inversión de cuatro millones que desde hace poco más de un lustro recibió el ingenio, sin resultados visibles y esperados en la producción.
Asimismo refirió que las más de ocho mil 200 toneladas de azúcar previstas en la presente contienda cuenta con la motivación de los trabajadores, principalmente quienes laboran en el Taller de Maquinado, la Planta Eléctrica, la Generación de Vapor, las áreas de Molino, Vasculador, Centrífuga, Bomba, Laboratorio, Mantenimiento y otros esenciales en la obtención de azúcar.
La contienda del único central activo en la provincia dejó escuchar su pitazo de arrancada este martes en la la Empresa Agroindustrial Azucarera Jesús Argeo Martínez con el compromiso de unidades productoras, cooperativas agropecuarias, así como de otros servicios y entidades implicadas en la zafra azucarera como Ferrocarriles, Comercio y Gastronomía, Recursos Hidráulicos, Empresa Eléctrica, Salud Pública y Acueducto y Alcantarillado.
La zafra 2023-2024 en el ingenio guantanamero tiene entre sus incentivos la Tercera Conferencia Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros, cuyo lema: «Unidad, tradición, crecimiento y diversificación» fue enarbolado por sus obreros en ceremonias revitalizadoras de la industria y por el rescate de las tradiciones del batey, realizadas días antes de comenzar la zafra con el objetivo de bendecir la actividad productiva y ofrendar a la Virgen de La Esperanza, Patrona de la comunidad donde está ubicado el central.