De todos es deber la atención integral a los trabajadores para evitar que esta se siga añejando y hasta avinagrando en muchos centros de trabajo.
Tal acompañamiento solidario no debe ser hoy alternativo, sino prioritario ya que los afiliados reconocen la utilidad del sindicato, pero reclaman un ejercicio más protagónico y efectivo en la defensa de sus intereses ante la administración.
Desempolvando informes del último decenio encuentros similares inquietudes devenidas inventarios de quejas ociosas: requieren soluciones las mejoras de las condiciones de labor, dentro de las cuales se incluyen la ropa, el calzado, la alimentación, el transporte y los medios de protección personal, refiere un documento del año 2014.
El texto era parecido cinco años después y acotó que las dificultades tenían mayoritariamente causas subjetivas vinculadas a la gestión para garantizar la seguridad y salud en el trabajo.
En el 2023 los planteamientos vuelven a tener cierto parentesco. Por ejemplo: en la provincia de Ciego de Ávila un elemento imprescindible es la alimentación de los trabajadores para garantizar la venidera zafra azucarera, lo que demanda de mayor eficiencia de los módulos pecuarios y las áreas agrícolas.
Mientras que en la rama agropecuaria el programa de autoabastecimiento municipal ronda las 31,5 libras per cápita al mes, con un ligero cumplimiento del plan provincial, no están satisfechas aún las entregas por surtidos de viandas, hortalizas, granos y frutas, con destino a la población.
A punto de comenzar una nueva etapa en enero del 2024, con el inicio del proceso orgánico del XXII Congreso de la CTC, en ambos sectores se requiere de mayor atención a su personal, que hasta hace un tiempo era como su principal recurso inagotable, pero por diversas causas, entre las cuales figura la falta de atención integral, unos 2 mil hombres y mujeres se han ido de los surcos y similar disyuntiva ocurre en los cañaverales.
Para frenar el éxodo y garantizar los brazos que aseguran esas producciones fundamentales de la economía se necesita, entre otras medidas, que la atención elemental al trabajador no decaiga, que no se añeje, y en ello tienen responsabilidad tanto las administraciones como el sindicato.
