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La boina del Che: talismán para el combate 

La llegada del Comandante Ernesto Guevara a Las Villas, en octubre de 1958 fue memorable,  pero su batallar decisivo sería en los días del último mes de ese año a su paso triunfal por poblados, comunidades  y ciudades.

Fue  un elemento imprescindible en su personalidad. Foto: Korda

Diciembre de 1958 fue el mes en que Guevara se vuelve leyenda en la región central de Cuba. Y, ya en esas acciones combativas  traía consigo su boina.

Se sabe que el Che comenzó a usarla durante la invasión hacia el  centro del país tras la pérdida de la gorra que le regaló Ciro  Redondo.

La pérdida de la gorra de Ciro,  con extraordinario valor sentimental para Guevara, ocurre según varios autores y testimoniantes en plena madrugada en las márgenes del río Jatibonico, en el centro del país.  La boina formaba parte de objetos que habían sido donados al Ejército Rebelde, venían como parte de las reservas de vestuario durante la invasión.

Lo cierto es que antes siempre llevó la querida gorra y existen  fotografías que lo corroboran, mientras que en la época del Escambray se conservan imágenes captadas en pleno macizo montañoso,  montado en un mulo con su inseparable fusil y la boina que luego se vuelve necesaria.

Después se le vería portándola en muchas instantáneas en la toma de Fomento, en Cabaiguán, en Sancti Spíritus, en Placetas, en la Universidad Central,  durante la batalla de Santa Clara… Y, por supuesto luego en la memorable foto de Korda… Se sabe que hubo bromas entre él y Camilo para el intercambio de boina y sombrero.

Es la boina a la que siempre volvía. Lo hizo luego de enmascarar su personalidad en una gorra bolchevique para poder seguir ofreciendo sus modestos  esfuerzos en otras tierras del mundo.

En el Escambray, portaba la boina.

Fue más suya cuando, según Paco Ignacio Taibo II en su libro Ernesto Guevara, un hombre conocido como el Che, al abandonar Ciro Busto y Régis Debray la guerrilla latinoamericana y ante la posibilidad de ser descubiertos por el Ejército Nacional Boliviano, tal como sucedió, les pidió que dijeran que era él quien estaba en la selva boliviana, que quería acabar de ponerse su boina. Sin duda, para el Che  su boina fue talismán para el combate.

Su boina fue instituida en 1996 como símbolo de combate de la provincia, de Villa Clara y es inspiración para crecer e impulsar proyectos.

 

 

 

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