Constituida en el año 2015—, aunque sus raíces datan de los años noventa del pasado siglo—, la Unión Económica Euroasiática tiene entre sus principales objetivos la libre circulación de bienes, servicios, capital y mano de obra.
Rusia, Belarús, Armenia, Kazajistán y Kirguistán son las naciones fundadoras de la Unión y desde el primer momento priorizaron la integración euroasiática, en especial el mercado interno del bloque, la financiación de la cooperación industrial, el desarrollo del complejo agroindustrial, la regulación técnica y la cooperación energética.
El primer ministro de la Federación Rusa, Mikhail Mishustin, dijo que uno de los objetivos primordiales de Moscú es convertir la Unión en uno de los polos más poderosos del planeta desde el punto de vista económico.
El Premier ruso recordó las palabras del Presidente Vladímir Putin, quien afirmó que los cinco países fundadores cuentan con una base agroindustrial que les permite garantizar el pleno abastecimiento de productos agrícolas, además de exportarlos en cantidades significativas.
En el 2022 exportaron más de 500 mil toneladas de alimentos que incluyeron carne, lácteos, aceite, grasas, frutas y verduras, así como crearon un sólido parque de transporte con contenedores frigoríficos especializados.
Cuba se compromete con la cooperación, la solidaridad y la integración, señaló el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en mensaje al Consejo Supremo Económico Euroasiático en mayo del 2022.
Cuba, Estado Observador
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, participó en el encuentro celebrado en Almaty, por videoconferencia, en el que reiteró que Cuba mantiene su compromiso de potenciar su inserción en este mecanismo de integración y honrará su condición de Estado Observador.
Destacó además que nuestro país aboga por el desarrollo y fortalecimiento de las relaciones con la Unión como asociación mutuamente beneficiosa.
Unido a la expansión de las relaciones comerciales, Cuba ha dado prioridad al avance de la cooperación en materia de inversión, cooperación industrial, así como a la seguridad alimentaria y energética, precisó el dirigente cubano.
También ratificó la determinación de Cuba de colaborar en la implementación de las directrices estratégicas para el desarrollo de la integración de la Unión hasta el año 2025 y confió en el fortalecimiento de los vínculos económicos, comerciales y de colaboración científico-técnica.
Trabajar por la integración
En noviembre último en el panel dedicado a la Unión y las oportunidades de inversión extranjera, como parte de la 39 Feria Internacional de La Habana se efectuó un fructífero intercambio sobre la cooperación.
Artak Kamalyan, ministro de Industria y Complejo Agroindustrial de la Comisión Económica Euroasiática, reafirmó que Cuba era uno de los socios estratégicos de la Unión Económica Euroasiática en América Latina y elogió la estrecha cooperación existente.
Expresó además su confianza en que juntas, ambas partes alcanzarían los resultados propuestos en los procesos de integración en beneficio mutuo.
Por su parte Ezhov Dmitry Pablovich, jefe de la colaboración internacional del Departamento de Desarrollo de la integración de la Unión, precisó que en el futuro se aplicarán enfoques avanzados en el marco de la integración euroasiática en el ámbito de la digitalización de la economía y la agenda digital.
Ana Teresa Igarza, directora general de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, subrayó las posibilidades concretas de establecer desde Cuba una base para el desarrollo de actividades productivas, de modo que la logística permita interconectar a los países miembros de la Unión y los observadores con el resto de América Latina y el Caribe.