El boxeo cubano, viril, exitoso y sensible, ¡sí, sensible! llora la partida de uno de sus grandes exponentes, Rolando Garbey, el hombre de aliento épico sobre el ring, de riqueza técnica y emoción a raudales desciende del cuadrilátero de la vida con los brazos en alto y la sonrisa magnífica.
Su obra, esa enorme palabra en toda su extensión, cincelada bajo la tutela de algunos de los más grandes entrenadores que ha dado este país, lo plantó como uno de los pioneros en materia de conquistas y estilo. Sirva la entrevista que brindó a Trabajadores hace poco más de dos años como justo homenaje. Garbey, campeón no lo dude, ¡usted sí fue boxeo!,
Rolando Garbey: ¡Yo soy boxeo!