El Festival de la Rumba Chano Pozo 2023, auspiciado por la Casa de la Cultura Joseíto Fernández, de Centro Habana, dedicado a homenajear a la recientemente fallecida artista cultivadora de este género, Yerilú Lugo Valdespino, comenzó este viernes y se extenderá hasta el venidero domingo 17 de diciembre, con una apretada agenda en su programación que incluye coloquios, exposición fotográfica, conciertos y competencias.
Organizado en coordinación con las direcciones provincial y municipal de Cultura, respectivamente, el evento evoca la trayectoria artística de la reconocida cantante folclórica sobre la cual en la galería Kahlo se inauguró la exposición de fotografías Por siempre Yeri y en la sala Giussepe Verdi, también de esa institución, comenzó el ciclo de ponencias con el tema Yerilu Lugo, su impronta en la rumba, a cargo de los panelistas Digna Rosa Pérez, periodista, y Ronald González, músico y director de la agrupación Ronald y explosión rumbera, que posteriormente actuó en el patio intermedio.
La jornada del viernes igualmente incluyó, en el salón Danza, la clase magistral La rumba soy yo, con los profesores Isaías Rojas y Danny Hernández, músicos de la agrupación Addé Olorum; mientras que en el patio de Gervasio 658, se efectuó una tertulia artístico literaria, para dar paso, en el patio La Guantanamera del suntuoso edificio sede de la Casa de la Cultura, en la avenida Salvador Allende, antigua Carlos III, esquina a Castillejo, a un concierto en el que actuaron alumnos de la Escuela Provincial de Danza, el ballet del teatro América, las agrupaciones Afro América y Tata Güines, y el presentador Daniel Villazana.
Para el sábado, en el proyecto sociocultural Callejón de Hamel, está prevista la peña Los niños bailan, con una competencia de rumba (categoría infantil) con músicos del grupo Adde Olorum y las presentaciones de la agrupación Pequeña fantasía y la comparsa Componedorcitos de batea. Posteriormente, en el patio Intermedio de la Casa de la Cultura radicada en un inmueble construido en la primera mitad del siglo XX, se realizará la peña artístico literaria Al ritmo de los casanova, donde habrá un concurso del género insignia del encuentro que bajo el título de Rumba y cubanía, convoca a bailadores jóvenes y adultos; momento que tendrá como anfitriona a la solista Dabney Diaz, con el acompañamiento de Addé Olorum.
En horas de la noche, en el patio La guantanamera, se realizará un concierto de la prestigiosa compañía Coro Folclórico Nacional; además de Addé Olorum y la agrupación identidad.
Al filo del mediodía del domingo, en el Callejón de Hamel, está anunciado el espectáculo La rumba del Cayo (en alusión a la barriada de Cayo Hueso donde se encuentra enclavado), con expresiones rumberas del grupo Ashe iré; en tanto a las 5.00 p.m., en el Teatro de Variedades América, en una gala en homenaje a Yerilu titulada La raíz y el tiempo, estará el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba (CNFC); y tendrá como presentadora a Karelia Becquer. A las 8.00 p.m. será la clausura del evento en el patio La guantanamera, con las actuaciones de los grupos Iyerosun y Raíces profundas, ocasión en que se realizarán las premiaciones.
Durante su esperada actuación en el coliseo de Galiano y Concordia, el CFNC llevará al escenario varias de sus más gustadas piezas, como Obatereo, Eshú, Ogún Adda, Mambo, Chachachá y Rumberos, todas de Manolo Micler; además de Soneando y Esha pa’cá la Rumba, de Leiván García, Yansa (Yandro Calderón), Yemaya Okute (Brian Ramos) y Babalú Ayé (improvisación).
Luciano Pozo González (La Habana, 7 de enero de 1915-Harlem, Nueva York, 3 de diciembre de 1948), trascendido en el mundo de la música como Chano Pozo, fue un célebre percusionista y compositor bautizado como El Tambor de Cuba, quien entre los tamboreros de su época revolucionó el Jazz, injertándole una nueva y vigorosa energía. Interpretó ese instrumento y bailó en las comparsas El Barracón, La Mexicana, La Colombiana, La Sultana, La Jardinera y Los Dandys. Inició su carrera artística en la radioemisora RHC Cadena Azul, en la cual fundó el Conjunto Azul, del cual fue trompetista Félix Chappottín. En 1946 se trasladó para los Estados Unidos, donde grabó con los cantantes Miguelito Valdés y Frank Grillo (Machito); y fue bailarín de Katherine Dunham.
En 1947 pasó a formar parte de la famosa banda del trompetista Dizzy Gillespie, quien reconoció que el poder rítmico de este misterioso músico cubano y sus efectos sonoros, nunca pudieron ser igualados por los demás percusionistas latinoamericanos por él contratados.
Al conocer de su muerte, ocurrida en un bar de Harlem, el gran Benny Moré le dedicó unos versos en su canción Rumberos de Ayer: “Oh, oh, Chano, murió Chano Pozo/ sin Chano yo no quiero bailar”.