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Sin descanso se estiba la harina

Hombres fornidos, fuertes y robustos están a la expectativa, todos los días y a cualquier hora, de que llegue el cargamento al almacén provincial para descargarlo.

 

El descargue y carga de la mercancía para distribuirla a toda la provincia es constante. Los estibadores desafían las horas, solo interesa que la harina llegue a su destino.

 

Se espera la harina, materia prima imprescindible para elaborar el pan que a diario consumen los cubanos en su canasta familiar.

Desde los molinos de la capital cubana arriban a Santa Clara los cientos de sacos con el alimento; hay que descargarla y luego cargarlo para distribuirlo a los trece municipios de la provincia de Villa Clara, incluidas las panaderías ubicadas en la intrincada geografía de la montaña manicaragüense o hasta
comunidades alejadas a más de 100 kilómetros de la capital provincial.

Ante la situación actual que vive el país con dificultades de combustible y el suministro de diversos renglones este es un esfuerzo especial de estibadores, choferes, trabajadores y directivos de la Empresa Provincial Productora de Alimentos (EPPA) en Villa Clara para lograr que diariamente se elabore el pan de la canasta familiar.

Estibadores a la carga

El sonido del camión que anuncia que la carga está en predios villaclareños pone alerta a Daniel Manso Díaz quien confiesa: «llevo muchos años como estibador y nunca había trabajado tan seguido».

Ángel Roberto Ramos, otro obrero, resume la situación con una frase: «el trabajo está fuerte y duro»; mientras Yasmani Méndez y Yosvani Hernández prefieren no comentar, toman sus atuendos y mueven de inmediato los sacos.

Los estibadores desafían el tiempo, no miran las horas, solo les interesa que la harina llegue a su destino.

La labor de estos hombres es constante. A Miguel Ángel Pérez Aguilar, el jefe de almacén se le ve activo, distribuye y organizan el trabajo y establece el recorrido.

«No es posible descansar, es el pan para la población, escuelas, hospitales, no hay descanso, llevamos cerca de un mes de campana a campana, y la tropa sigue lista», afirmó.

Expresó además, que para ahorrar portadores energéticos se hacen rutas como por ejemplo, Cifuentes, Sagua la Grande, Quemado de Güines, Corralillo y Santo Domingo. Otra que incluye los municipios de Camajuaní, Remedios, Caibarién, Encrucijada, así como una con destino a Placetas, Manicaragua y Ranchuelo. De manera particular se realiza la distribución a Santa Clara.

Para atender a estos trabajadores se han implementado varias medidas, entre ellas se encuentra habilitar un día de descanso de forma rotativa, establecer un apoyo alimentario para ellos y la familia pues pasan muchas horas sin ir a sus casas, mejorar la comunicación para establecer el enlace adecuado con el arribo de los camiones de harina que vienen desde la capital del país y luego con los 13 municipios de la provincia.

Para los choferes se establece merienda para el viaje y otras condiciones, también se buscaron alternativas para proteger la mercancía de las inclemencias del tiempo.

Eliécer Guillén, quien representa la empresa ante esta contingencia y se encuentra como uno más entre los que despachan la carga, consideró que la disposición del colectivo es muy valiosa, «la entrega al trabajo y la comprensión de la situación actual demuestra el compromiso de los trabajadores con la tarea», precisó.

No obstante, Odel Dueñas Ruiz, director provincial de la EPPA, aseguró: «En la medida que los suministradores garanticen la materia prima siempre estará la disposición de este colectivo de cumplir», puntualizó.

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