La puesta en marcha de un primer negocio de inversión extranjera con un cubano residente en el exterior y la existencia de otros seis proyectos similares en diferentes fases de negociación, constituyó un punto sobresaliente en el debate de este domingo en la IV Conferencia La Nación y la Emigración, que concluye hoy en La Habana.
Los 367 cubanos participantes, residentes en 57 naciones, recibieron en esta segunda y última jornada una amplia información sobre el desarrollo socioeconómico y las inversiones, según informó a la prensa Laura Ivet Pujol Torres, subdirectora de la Dirección General de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos residentes en el Exterior de la Cancillería.
Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, y Ana Teresita González Fraga, viceministra primera de Comercio Exterior, explicaron las principales transformaciones de la economía cubana y el impacto que representa el bloqueo económico para su desarrollo.
Prioridades y desafíos del quehacer económico cubano, los aportes del sector estatal y privado, así como los pasos en marcha para la reestructuración de los equilibrios macroeconómicos, fueron abordados por Gil Fernández.
La viceministra primera, por su parte, reiteró el propósito gubernamental de que los cubanos residentes en el exterior participen activamente en el desarrollo económico del país y explicó algunas de las medidas adoptadas en materia de comercio exterior e inversión extranjera.
Recordó el reciente lanzamiento en la Feria Internacional de La Habana de la primera empresa de capital totalmente foráneo para comercializar productos alimenticios, con la participación de un cubano residente en el exterior.
Informó además que están en diferentes fases de negociación 6 proyectos con inversionistas nacionales residentes en el extranjero y que son cinco las sucursales extranjeras presididas por cubanos que viven fuera del país.
Agradeció la solidaridad de cubanos emigrados frente a fenómenos meteorológicos que han afectado al país y otros desastres ocurridos recientemente, lo cual ha incluido donativos y contribuciones en el orden de los siete millones de dólares.
Los invitados expresaron la necesidad de acompañar cada vez más la participación de cubanos residentes en otros países en proyectos de desarrollo local y en otras iniciativas socioeconómicas generales, así como la importancia de aprovechar ese capital humano formado por la Revolución que vive fuera y muestra disposición y voluntad para retribuir al país con relaciones económicas fluidas en beneficio del desarrollo nacional.
