Intenso ha sido el ajetreo constructivo de estos días por el Centro Histórico de La Habana. Igual sucede cada año, cuando se acerca el aniversario de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana. Es la ocasión en que las autoridades de la capital, y especialmente las de la Oficina del Historiador, ponen interés en remozar fachadas, parques, plazas, incluidos los surtidores de agua que refrescan las altas temperaturas del día.
La jornada también suele aprovecharse para sumar espacios que, luego de un profundo trabajo de restauración o conservación, son devueltos a la urbe para bien de la vida citadina, sobre todo del ambiente cultural gestionado por la propia Oficina.
Entre esos inmuebles añosos reconvertidos en centros culturales destaca la Casa Vitier García-Marruz, ubicada en San Ignacio no.104, entre Obispo y O´Reilly, cuyo propósito es rendir tributo y dar continuidad al quehacer intelectual de una familia de gran arraigo en la cultura cubana. Esta propuesta contó con el impulso arrollador del Historiador Eusebio Leal. Abrirá sus puertas para difundir ese legado a través de la implementación de tres programas: La Isla Infinita, Nemósyne, y El corazón al corazón habla.
La Isla Infinita, que antes fuera una revista literaria, es una colección de libros-arte encuadernados de manera artesanal e ilustrados empleando técnicas de grabado y dibujo. Nemósyene responde al propósito de preservar la obra del filósofo Medardo Vitier, los poetas Cintio Vitier y Fina García-Marruz, así como del compositor José María Vitier.
El corazón al corazón habla, por su parte, se encargará de coordinar talleres, seminarios, y ciclos de conferencias sobre temas artísticos, filosóficos, culturales, o de divulgación científica. También organizarán concursos de creación infantiles y juveniles, exposiciones de arte, veladas musicales, degustaciones y presentaciones literarias.
Restaurar y educar
Como parte de los regalos a vecinos y pobladores del Centro Histórico figura la entrega de unas 20 viviendas a familias que llevaban varias décadas en las comunidades de tránsito de la OHCH. Se trata de los remozados edificios de Oficios 202 y Real Proclamación, este último sito en la calle Cuba y Luz.
Johanna Aedo Gutiérrez, directora de inversiones de la Oficina, recordó que el Real Proclamación estuvo envuelto en un vergonzoso caso de saqueo ocurrido años atrás: “Eusebio Leal luchó mucho por recuperar cada una de las rejas y losas robadas. Gracias a su empeño completamos casi toda la herrería y el mármol de la escalera que ahora lucen en sus espacios originales”.
Las autoridades darán por culminada también la primera etapa de la restauración de uno de las construcciones más bellas de la Plaza Vieja, el Palacio del Conde de Jaruco, donde radicará la Dirección de Gestión Cultural y su Espacio de Desarrollo Cultural Comunitario, obra que ha contado con el apoyo de Elankidetza – Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, y el Ayuntamiento de Bilbao, a través de Kultura, Communication y Desarrollo KCD-ONGD.
“En Conde de Jaruco aplicaremos una estrategia similar a la empleada en el Capitolio y otros inmuebles en proceso de restauración, que es ir dándole valor de uso a medida que vamos terminando objetos de obra. Por eso, con casi el 40 % del Palacio listo y la totalidad de su cubierta rehecha, comenzarán a laborar allí varios especialistas, entre ellos los hacedores de la vida cultural de la Oficina”, aseguró Aedo.
¿Cumpleaños?, más de uno
Este año, justo el 16 de noviembre, el Museo Casa de la Obra Pía cumple 40 años de fundado y lo festeja con la culminación de parte del proceso inversionista que ha contado con el apoyo de proyectos de cooperación internacional (Kultura, Communication, Desarrollo (KCD ONGD), y financiamiento del Ayuntamiento de Bilbao y la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo).
Para la fecha quedan listas las salas Introductoria, la de Exposiciones Transitorias, y el Salón Polivalente de la planta baja, según confirmó Marbelys Giraudy Gómez, directora de la institución.
La Casa de la Obra Pía ocupa una emblemática vivienda en la calle de igual nombre. El inmueble, con grado de protección patrimonial I, fue construido en 1648 y luego de una profunda restauración fue convertido en museo en 1983. Exhibe una hermosa colección de artes decorativas, asociadas al modo de vida de la aristocracia habanera durante el siglo XIX.
Su propósito de recrear tradiciones y costumbres domésticas, así como haber sido sede de aquella obra piadosa instaurada por el propietario (Martín Calvo de la Puerta, quien testó un monto considerable para que cada año fuera distribuido en forma de dote a 5 chicas en edad de contraer matrimonio), sentaron las bases para hospedar un proyecto de cooperación internacional que, entre otras propuestas, ha animado la vida del centro cultural y su relación con la comunidad. El proyecto lleva por título Promoviendo el apoyo a mujeres en situación de vulnerabilidad en el Centro Histórico de La Habana Vieja, desde la socialización, intercambio, participación y el vínculo con la historia y el patrimonio cultural.
Reabre el Aqvarivm y nacen jardines verticales
A la oferta cultural y educativa de la OHCH regresa el Aqvarivm de La Habana. Contará con un nuevo concepto museográfico y exhibirá ejemplares de la ictiofauna cubana. Su gestión estará a cargo de La Quinta, sociedad unipersonal de responsabilidad limitada fundada por la OHCH, cuya sede principal radica en el la Quinta de los Molinos.
“Tendrá un espacio que mostrará la relación que existe entre los ecosistemas de agua dulce y los marinos, así como la necesidad del cuidado y conservación de ambos”, aseguró Eglis Liel Torres, quien está al frente del proyecto.
La nueva museografía estuvo a cargo de SUMA Diseño e incluye 6 peceras grandes y otras pequeñas en las que se recrean ecosistemas dulceacuícolas naturales con ambientes virtuales de manglares, seibadales y arrecifes de coral.
Según nota difundida por la Quinta, el espacio cuenta con un área importante dedicada a la diversidad de peces de Cuba y sus retos de conservación. Además, se crearon espacios para exhibir muestras de Asia, América, África y Oceanía. Al nuevo diseño se integran además audiovisuales de alta definición creados por el Grupo Naturaleza Secreta de Cuba.
La colección mantiene como animales de especial interés ejemplares juveniles de manjuarí, especie cubana ancestral en peligro de extinción.
Como parte de estos festejos le ha nacido a la Avenida del Puerto, en la esquina a Jústiz, un espacio polivalente al aire libre que servirá de parqueo y también de área de descanso y recreo para vecinos, transeúntes y turistas. Allí, sobre la pared del fondo crecerá otro de los jardines verticales que ha ido sembrando la Oficina en distintos puntos del Centro Histórico. Del edificio colindante brotará música, de la buena, gestionada por el destacado jazzista cubano César López, proyecto cuya culminación está comprometido con aniversarios futuros de la ciudad.
