Uno de cada 3 niños y niñas -un total de 739 millones de infantes a nivel mundial- vive en zonas que se encuentran expuestas a una escasez elevada o muy elevada de agua, situación que amenaza con agravarse debido al cambio climático en curso. Así lo afirma el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), quien precisa que, de tan alarmante cifra, 436 millones corren un peligro aún mayor, puesto que a la cada vez menor disponibilidad del vital líquido se suman servicios deficientes o inexistentes de agua potable y saneamiento.
La grave situación antes descrita está alterando la salud física y mental de nuestros niños, según advierte la agencia de Naciones Unidas en su nuevo informe El cambio climático está transformando la infancia, publicado este lunes y cuyos elementos más relevantes son referidos por la entidad mediante un comunicado divulgado en su página digital.
En el documento se señala que la combinación de los factores adversos mencionados es una de las principales causas de muerte por enfermedades prevenibles entre menores de cinco años; y pronostica que, para el año 2050, 35 millones más de niños estarán expuestos a niveles elevados o muy elevados de estrés hídrico, con las graves consecuencias que ello implica.
El informe también refiere las diversas formas en que los niños soportan la peor parte de los impactos de la crisis climática, incluidas las enfermedades, la contaminación del aire y los fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías; y afirma que el desarrollo infantil se ve afectado por factores de estrés ambiental desde el propio momento de la concepción.
Precisa UNICEF que los niños y jóvenes más afectados son los que viven en el Medio Oriente, el norte de África y el sur de Asia, donde los recursos hídricos son limitados y se registran altos niveles de variabilidad estacional e interanual, disminución del agua subterránea o riesgo de sequía.
Al propio tiempo, subraya la importancia de invertir en agua potable y servicios de saneamiento para proteger a los niños de los efectos del cambio climático; y puntualiza que actualmente solo el 2,4% de los recursos para la adaptación al cambio climático incorporan proyectos que tienen en cuenta a la infancia.
Sobradas razones asisten a la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, cuando lamenta que las necesidades de la infancia están quedando relegadas a un segundo plano, mientras que el aire contaminado, la mala nutrición y el calor extremo afectan la particular vulnerabilidad de los cuerpos y mentes de los niños.
“No solo está cambiando su mundo con fuentes de agua secándose y fenómenos meteorológicos aterradores cada vez más fuertes y frecuentes, sino que también su bienestar se transforma a medida que el cambio climático afecta su salud física y mental”, afirma Catherine.
Los efectos del cambio climático, sentenció la alta funcionaria de las Naciones Unidas, son devastadores para la infancia mundial.
Ante los negativos efectos ocasionados sobre la niñez por los trastornos medioambientales que padece el planeta, y su tendencia al agravamiento, UNICEF ha propuesto un conjunto de acciones para su adopción durante la venidera Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP28), que se desarrollará del 28 de este mes al 12 de diciembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
En su esencia, las propuestas reclaman de la comunidad internacional dedicar especial atención a los niños en los diferentes programas dirigidos a la protección de las personas ante la amenaza existencial que representa el fenómeno del cambio climático, al tiempo que solicita la convocatoria a un diálogo de expertos sobre la infancia y ese grave trastorno medioambiental.
También la agencia de la ONU exhorta a todas las instancias pertinentes a proteger la vida, la salud y el bienestar de la infancia, a capacitar a los niños para que defiendan el medio ambiente, y a cumplir los acuerdos internacionales sobre sostenibilidad y cambio climático, incluida la rápida reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes de esa nociva perturbación.
Ante la situación expuesta, debiéramos esperar que la cercana COP28 responda con decisiones favorables a los reclamos que formula el Fondo de la ONU para la Infancia; no hacerlo significaría ignorar que los niños constituyen, siempre, el futuro de la humanidad.
(Con información de sitios web de UNICEF y Noticias ONU)