Debajo de estos 500 caracteres hay video sobre detección del robo de electricidad. Damos versión de la filmación:
Hay herramienta para detectar si al metrocontador le han colocado un imán para que no pueda contabilizar toda la energía consumida.
Aunque pasen días, se descubre si el aparato tiene partes magnetizadas, lo cual es un indicio para realizar cálculos y mediciones.
Para inspeccionar no es necesario estar cerca del metrocontador, pues desde cierta distancia se puede realizar detección efectiva .
Las sanciones incluyen multas, retiro temporal del servicio y el pago retroactivo.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.
Estimado Chang:
No puedo tener acceso al vídeo, pero voy a abordar el asunto en general.
Este tipo de fraude eléctrico (colocación eventual o permanente de un potente imán en la proximidad de un metrocontador para alterar o retrasar su registro) está bastante difundido, hay personas que se dedican incluso a la «venta» de este tipo de imanes. Como dices, es detectable, pues en las partes y piezas queda una remanencia magnética. A su vez, existe un moderno equipo metrocontador «protegido» contra esta intromisión en su mecanismo. Pero, ese es un sólo caso, de las múltiples que provocan las pérdidas de energía distribuida que no es facturada.
Las llamadas pérdidas comerciales facturables no solo tienen su causa en el fraude en el que incurren los consumidores. Los variados métodos fraudulentos empleados para impedir que el metrocontador registre parcial o totalmente la energía consumida por el usuario (toma de energía anterior al metrado o «chivo», alterar la posición del metro o «acostarlo», intromisión en el sistema de registro, alterando el ajuste de los tornillos, uso de imanes para alterar o retrasar el sistema de registro, etcétera) son responsables de una parte de la energía consumida y no facturada. Se le unen, y es un hecho no solo conocido y denunciado por la población, además de ser reconocido por la institución, los delitos provocados por la corrupción de personal encargado de la lectura, medición, control y fiscalización del consumo. Por último, están las causas técnicas, obsolescencia de gran parte del parque de equipos registradores o metrocontadores, demanda eléctrica de la instalación superior a la capacidad del aparato, lo cual altera su registro, falta de constancia en la revisión y mantenimiento del equipo y conexiones, no existencia del metrocontador (conexión del consumidor en «empate directo» y facturación por un promedio), lo cual le da patente de corso para consumir a gusto, y en último lugar, las conexiones indiscriminadas, «tendederas» y otras, a consumidores fuera de todo control.