En declaraciones a la prensa desde Jordania, el representante llamó a detener la violencia, garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios y un acceso seguro para garantizar que la asistencia humanitaria pueda llegar a todos los necesitados.
Ademas, insistió en la necesidad de que las personas dentro del enclave tengan alimentos, agua potable, atención médica y refugio.
Türk reiteró su llamado a liberar a los rehenes y que cesaran los “disparos indiscriminados de cohetes contra Israel” por parte de grupos armados palestinos.
En una jornada de nuevos informes sobre otro ataque al Hospital Al Shifa, en Gaza, el alto comisionado exigió un alto el fuego humanitario para permitir que llegue ayuda vital a Gaza y un fin sostenible a la pesadilla para los atrapados en el enclave.
El patio de la instalación hospitalaria, donde se refugiaban miles de palestinos desplazados, fue alcanzado por los bombardeos de Israel.
«Es necesario que haya justicia, rendición de cuentas y reparación para las víctimas de estos crímenes atroces ”, enfatizó Türk.
El asedio total que ahora dura más de un mes ha convertido en una agonía para los residentes de Gaza encontrar las necesidades básicas y, francamente, sobrevivir, dijo el alto comisionado al pedir el fin de todas las formas de castigo colectivo.
Hasta la fecha, 821 camiones de ayuda han podido entrar en Gaza desde Egipto a través del cruce de Rafah desde que se reanudaron las entregas el 21 de octubre.
Sin embargo, los insumos resultan insuficientes cuando crecen las necesidades de una población que antes del conflicto ya dependía de una media de 500 camiones al día.