De Camagüey a La Habana; y de la capital cubana a esta urbe chilena, el entrenador de taekwondo Ramón Arias se siente afortunado, pero al menos dos veces al año hace el recorrido a la inversa y llega a la ciudad de los tinajones, donde comenzó su labor hasta llegar a ser el jefe del colectivo técnico de nuestra selección femenina nacional por más de una década.
Lleva ya ocho años de trabajo aquí, contratado directamente por el Comité Olímpico Chileno para ser el head coach de la Federación Nacional de Taekwondo, lo cual abarca además dirigir la preparación de los equipos de ambos sexos de primera categoría.
Esta especie de director técnico sobrevino luego de una prueba de oposición, en la que pesó mucho su currículo como entrenador de medallistas mundiales y olímpicas. Con el uniforme chileno ya tiene dos Juegos Panamericanos y tanto en Lima 2019 como en esta ocasión lograron par de preseas, solo que ahora mejoraron el color con una de plata y un bronce.
“Teníamos la aspiración de mejorar más y aunque el resultado fue bueno, en el orden personal quedé insatisfecho porque teníamos potencialidades reales en 68 kg y 80 kg”, explica con argumentos, no obstante en la modalidad de combate por equipos sí pudieron derrotar a la fuerte escuadra mexicana en semifinales.
Por supuesto, al indagar sobre diferencias en el trabajo y lo que más extraña de su tierra se agarra los espejuelos y es sincero: “Uno nunca deja de pensar en Cuba. En lo profesional es el material humano que llegué a contar y no solo en el equipo nacional, sino también cuando estaba en mi provincia, la cual llegó a ser la mejor del país en taekwondo.
“En un primer momento intenté venir con la familia porque lo permitía el contrato, pero había que cuidar nietos, familiares mayores y no pudieron acompañarme. Por eso estoy un tiempo y regreso a verlos. Sin ellos, no soy nadie”, reconoce y se le enredan las palabras con nostalgia, por lo que prefiere cambiar de tema.
“Nunca me olvido que empecé como activista voluntario e impartía clases de manera gratuita. Y lo hice por cinco años de 6 a 8. Lo que más disfruto es formar un atleta, por eso siempre admiré a Veitía, Sagarra, Eugenio, Pedro Val y otros que lo lograron en condiciones muy difíciles. Ellos han sido inspiración para soñar lo grande”.
Ramón Arias no quiere despedirse, mas debe cumplir. “Nos vemos a finales de noviembre en la patria”, dice y nos despedimos.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.