A solo una semana de cerrar la cita continental siguen sucediendo historias increíbles, a ratos lamentables, que la prensa nacional e internacional mira con asombro o quizás con el matiz humano que se despega del clásico ganar o perder.
Esta vez comenzamos con la ciclista chilena Aranza Villalón, bronce en la carrera contrarreloj de ciclismo y de las más grandes de América en su especialidad. Todo hubiera sido feliz si ese puesto no estuviera acompañado de una dedicatoria especial realizada por la propia pedalista tras bajar del podio de premiación.
Entre llantos y una voz entrecortada reveló lo increíble. “Esta medalla es para mi hermano Misrain Villalón, asesinado por un impacto de bala en su cabeza, en la intersección de las calles Santa Raquel y Trinidad, en La Florida, hace dos días. Corrí por él, porque nunca se perdía una carrera mía”, señaló Aranza, quien no se ha cansado de pedir a las autoridades que encuentren al culpable y se haga justicia.
No han sido estos unos Juegos Panamericanos de grandes incidentes con la prensa en temas de seguridad y en honor a la verdad, el cuerpo de carabineros custodia cada uno de los lugares por donde nos movemos. Con nosotros son amables, aunque infranqueables si del mando superior toman una decisión, por errada que fuese, como el cierre, de un día para otro, de la puerta de acceso del metro al Estadio Nacional para los acreditados.
Lo que sí ha llamado la atención de casi todos son las patrullas de carabineros en cada una de las entradas del escenario principal de los Juegos. Por supuesto, es notoria su presencia porque van encima de unos caballos hermosos que ya quisiera la equitación de algún país tener para competir aquí. ¿Será esto un mensaje de que ellos son medallistas también?
Finalmente, Panam Sports ha tenido una iniciativa singular con quienes sí son apreciados y medallistas de siempre. Seis glorias de todos los tiempos que prestigian los Juegos con el intercambio de fotos y declaraciones en cada una de las instalaciones que visitan. Son ellos los cubanos Javier Sotomayor y Mijaín López; el dominicano Félix Sánchez; el ucraniano Serguéi Bubka, y los estadounidenses Carl Lewis y Mike Powell.
Divididos en grupos pasaron la prueba de fuego ante los periodistas acreditados y para regocijo sano el Soto fue quien más preguntas y entrevistas acaparó. Tal vez por el hecho de tener ya uno de los récords mundiales más añejos o por esa naturalidad para contar que saltar 2,45 metros fue posible por la disciplina en el entrenamiento, la pupila maestra de sus entrenadores y el apoyo de todo un pueblo. En fin, la varilla estuvo alta, pero Cuba sonó fuerte.
Descargue en versión PDF: Separata Deportiva del Periódico Trabajadores - Lunes 30 de octubre de 2023 (10950 descargas)