Los amigos seguirán llegando. Así será porque la Mayor de las Antillas sabe ser hermana, se da a querer, está hecha de una fibra que inspira y llega al corazón de muchos seres humanos así estén en los lugares más diversos o recónditos.
Esa es una verdad que este martes, temprano en la mañana, volvió a sentirse en el Salón de los Próceres, desde el Palacio de la Revolución, cuando el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recibió las Cartas Credenciales de diez nuevos embajadores.
En audiencia solemne y acompañado del miembro del Buró Político y canciller de la República de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba recibió al Excelentísimo Señor Glen Benedict Noel, procedente de Granada, nación a la cual Díaz-Canel llamó “hermana”.
El amigo visitante agradeció a la Mayor de las Antillas “por la solidaridad de tantos años”; y compartió una expresión muy hermosa: “El pueblo y el gobierno de Cuba siempre nos han servido de inspiración”.
En este tipo de encuentros suelen darse gestos de indudable cercanía, como el que tuvo el Excelentísimo Señor Christian Vargas, de la República Federativa del Brasil, quien al ser recibido por Díaz-Canel recordó una frase de José Martí -cuya imagen, por cierto, está en una de las paredes del Salón de los Próceres-: “Hacer es la mejor manera de decir”. La recordó porque el gigante del Sur y Cuba están haciendo mucho por el acercamiento renovado entre ambos.
Luego, desde la República de Polonia, llegó al encuentro con el dignatario la Excelentísima Señora Joanna Kozinska-Frybes, quien habló de diversidad y de todas las cosas que Cuba tiene y que a ella le sensibilizan. “El diálogo es algo que nos une”, dijo ella a su anfitrión, quien, en la misma cuerda de ánimo y en lo relativo a ambas naciones, afirmó que “la diversidad también nos une”.
Llegado desde Emiratos Árabes Unidos, el Excelentísimo Señor Hazza Ahmed Khamis Alkaabi hizo explícita su alegría por encontrarse con el mandatario. “Ustedes son nuestros hermanos, ustedes no tienen que agradecernos nada”, dijo el diplomático a su anfitrión. Y llegado desde Mongolia, el Excelentísimo Señor Zoljargal Seseer, también llamó a la Mayor de las Antillas “país hermano”.
En la jornada, el sentimiento de la hermandad resultó ser un eje de los sentimientos, aun cuando los embajadores de las diez naciones hablaban en nombre de culturas diversas: de la República de Nicaragua, el Excelentísimo Señor Orlando José Gómez Zamora, fue llamado hermano por Díaz-Canel; de la República Federal de Alemania, el Excelentísimo Señor Frank Rückert habló de seguir fomentando las relaciones bilaterales; y de la Confederación Suiza, el Excelentísimo Señor Stefano Vescovi hizo alusión a espacios comunes de acción como los caminos de enfrentamiento a las catástrofes naturales.
De compromiso, de seguir respaldando a Cuba habló en el Salón de los Próceres la Excelentísima Doctora Gladys Mokhawa, de la República de Botswana -ella dio gracias por la presencia de médicos cubanos en su país, ante lo cual Díaz-Canel expresó que se ha tratado de un deber-. Y llegado desde la Orden de Malta, el Excelentísimo Señor Silvano Pedrollo escuchó hablar al Presidente sobre los históricos lazos que unen a la nación caribeña y al país que el nuevo embajador ha venido a representar.
Una idea fue compartida por Díaz-Canel Bermúdez en los encuentros: el Gobierno y la cancillería del país caribeño ofrecerán todo el apoyo necesario para que los embajadores puedan desarrollar con éxito la labor que han venido a realizar en tierra cubana. Y otra certeza estuvo presente en cada saludo: las naciones amigas seguirán apoyando a Cuba en lucha contra el bloqueo y contra la injusta inclusión de la Isla en la lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo.(Tomado de presidencia.gob.cu)