Tanta paciencia y tanta maestría. Tan grande como su puntería es su nobleza. Y así lo volvió a demostrar este domingo nuestro campeón olímpico de tiro rápido Leuris Pupo. Sus balas de oro fueron lo mejor de Cuba en la jornada con su tercer título personal en Juegos Panamericanos (antes 2003 y 2007). Y al terminar la competencia era el más sereno y humilde.
Dicen quienes lo conocen que los nervios y la felicidad iban en su risa. Luego de completar una segunda jornada clasificatoria con la mejor puntuación entre todos los participantes (292 puntos), se aseguró para la final de seis, idéntica a la de Lima 2019, con una sola ausencia, el campeón defensor, su compañero Jorge Félix Álvarez, a la postre octavo.
En la serie decisiva su secuencia fue de menos a más 3-1-4-5-5-3-5. Sin embargo, sus rivales sabían que competían con el mejor tirador de América y entre los jerarcas del mundo. El secreto en esta ocasión no estaba ni siquiera en esa seguridad que imprimía su palmarés. Leuris llevaba en su cartuchera las balas de oro. Y contra ellas, al menos hasta dentro de cuatro años, nadie pudo ni podrá hacer otra cosa que no sea rendirse y aplaudir.
Todos quisieron fotos y un recuerdo con el tricampeón. Una vez más, Pupo fue Cuba.
Descargue en formato PDF: Separata Deportiva del Periódico Trabajadores - Lunes 23 de octubre de 2023 (10730 descargas) Diseño: Elsy Frómeta