Misión cumplida, por nosotros no habrá que esperar. Así respondieron los 186 trabajadores del molino de trigo Turcios Lima, del municipio habanero de Regla, ante la cruda realidad de que se acercaba a cero la cobertura de harina para producir el pequeño, pero importantísimo pan de la canasta familiar normada en el país.
El barco, cubano, con poco más de 23 mil 700 toneladas de trigo procedente de Alemania, atracó el pasado sábado en el muelle capitalino, y desde entonces el colectivo se enfrascó en la tarea de descargar 6 mil toneladas, lo que lograron el jueves último.
A partir de ese momento la nave se movió unas decenas de metros para la descarga de otras 5 mil en el molino contiguo, el José Antonio Echeverría (JAE), con regreso previsto al Turcios Lima para dejar 7 mil toneladas y partir en los próximos días al puerto de Santiago de Cuba, destino de las 5 mil 750 toneladas restantes. Parecería un rompecabezas, pero al conocer tal esquema, no pude menos que asumir las ventajas económicas que ofrecen las maniobras de cabotaje.
El sindicato en acción
Suset Alvarez López es la secretaria del sindicato en Turcios Lima. “Cuando supimos de la llegada del barco, nos reunimos con los trabajadores, les explicamos lo difícil de la situación y organizamos un trabajo voluntario en el área de molinos para dejarlo todo listo para la molida.
“Esa organización posibilitó que no haya habido problemas cada vez que nos han llegado camiones para cargar. Todos han salido con la harina correspondiente”, refirió.
Según la programación de descarga, el buque regresará al Turcios Lima para dejar otras 7 mil toneladas y partirá al puerto de Santiago de Cuba, destino de las 5 mil 750 toneladas restantes.
La situación con la harina de trigo en el país es difícil, muy compleja en los últimos años, particularmente crítica en el transcurso del primer semestre del actual 2023, al punto que solo cuatro barcos han traído harina al país en lo que va año.
Las razones son varias, entre ellas la significativa subida de los precios del trigo en el mercado internacional, unido a la notable falta de financiamiento, tanto para la compra del cereal como para acometer los mantenimientos de una industria ya añeja y muy necesitada de esas prestaciones.
Nada se ha almacenado
“Por más de 45 días no habíamos descargado trigo y desde que el barco llegó le dimos la mayor prioridad a la descarga ―asegura Wilber Parra, director del molino―. Ya estaban en el puerto las autoridades de CubaControl y Salud Pública encargadas de las inspecciones pertinentes, y una hora y media después comenzamos la descarga, que felizmente no ha tenido inconvenientes, más allá de alguna afectación con el fluido eléctrico.
“Nosotros tradicionalmente organizamos ese trabajo con turnos de 24 horas, ininterrumpidos. Luego, en el proceso de molinado, como los trabajadores sí laboran en turnos normales de 8 horas, han tenido que hacer horas extras, porque toda la harina que hemos producido se ha cargado de inmediato en los camiones para llevarla a las centros productores, fundamentalmente las panaderías que fabrican el pan de la población.
“Nada se ha almacenado y hemos enviado harina para las provincias de Ciego de Avila, Granma, Matanzas, La Habana, Artemisa, Pinar del Río y Mayabeque, que son los destinos habituales nuestros. El resto de los molinos, entregará su harina al resto de los territorios”.
“Nosotros logramos unas 80 toneladas diarias de harina y terminaremos de moler el trigo que ahora descargamos, según las decisiones diarias que va aprobando la empresa de acuerdo con las coberturas de los distintos territorios”, nos informa el director de la citada Unidad Empresarial de Base.
19 de Oct 2023
Foto José Raól Rodríguez Robleda
Por su parte Yanet Lomba Estupiñán, directora técnica de la Empresa Cubana de Molinería, puntualizó que la operatividad del buque, es decir, lo que debe ir descargando exactamente en cada lugar se va decidiendo según la existencia del producto en los territorios.
“Inicialmente ―dijo― estaba concebido que el barco entrara también al puerto de Cienfuegos, pero después cambiamos la estrategia para agilizar la logística.
“El trigo que llegó en este barco nos ofrece una cobertura solo para cubrir el mes de octubre. Esperamos la llegada de otra nave para los inicios de noviembre, que se unirá a la harina que el país tiene que ir comprando en el exterior para paliar las necesidades más perentorias”, dijo la directiva de la empresa de molinería.
Según programación previa, la semana entrante el barco deberá descargar el cereal en Santiago de Cuba, donde lo esperan con ansiedad.
