Los chilenos Catalina Vidaurre y Martín Vidaurre se convirtieron el sábado en los primeros hermanos de estos Juegos en subir a los podios. Lo singular es que lo consiguieron en la misma prueba ciclística del Mountain Bike y que ambos regresaron a la Villa Olímpica con igual color de plata en sus pechos.
Desde pequeños se interesaron por el mundo de las bielas y los pedales gracias a su padre. Martín se proclamó titular mundial en la categoría sub-23 en el año 2021; en tanto su hermana, un año menor que él, no tiene abolengo parecido, pero su hazaña estuvo en recuperarse de unos trombos en los pulmones detectados en marzo y aportar la segunda medalla para su país en esta cita.
Y si hablamos de visitantes ilustres a los Juegos, imposible obviar al titular del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, quien no solo reveló algunas primicias de lo que será la versión olímpica de París 2024 en la Asamblea de Panam Sports, sino que visitó varias instalaciones del Parque Estadio Nacional en uno de los carritos de golf que manejó Neven Ilic, titular de Panam Sports.
Dentro de esos encuentros de Bach con deportistas estuvo el sostenido con nuestro equipo masculino de gimnasia artística y la visita al cartel de boxeo donde figuraba como principal atracción la primera presentación del abanderado cubano y doble monarca olímpico, Julio César La Cruz.
Pero si de novedades se trata, la inauguración de esta edición rompió cualquier cálculo de versiones anteriores en cuanto a la transportación de los deportistas hacia la ceremonia inaugural desde la Villa Olímpica. No hubo buses ni calles cerradas. Tampoco gasto de combustible fósil. La idea resultó sorpresiva y agradecida.
A través de la línea 6 del metro de Santiago de Chile transportaron a los más de 2 mil atletas, entrenadores y directivos que desfilaron. La particularidad es que en una de las estaciones intermedias se permitió el acceso a los vagones del metro a la población local. Es decir, fue una doble atracción que ojalá otros países tomaran como ejemplos para futuras lides múltiples.
Hasta el momento, tanto los hermanos Vidaurre, como el titular del COI y el metro presentan un denominador común: la frialdad, a ratos excesiva (8 y 9 grados Celsius) y que obliga a sacar abrigos en la mañana y en la tarde-noche; aunque este sábado la máxima no pasó de 16 grados y para los cubanos la única calentura llegó con el oro del pesista Arley Calderón.