La Jornada de la Cultura Cubana, que comenzó el pasado 10 de octubre y se extenderá hasta el día 20 (Día de la Cultura Nacional) en recordación de los aniversarios 155 del inicio de la Guerra de Independencia y de haber sido entonado por vez primera el Himno de Bayamo; en esta ocasión estará dedicada al poeta José María Heredia, por los 220 años de su natalicio; a los jóvenes artistas; y al aniversario 75 de la fundación del Ballet Nacional de Cuba por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso.
A propósito de la celebración, vale referirnos al más reciente libro de Yanetsy Ariste, titulado Bustos erguidos. Poscrítica trascendente (Ediciones La Luz, de la Asociación Hermanos Saíz en Holguín), en el que la joven y laureada escritora y poetisa reúne una selección de textos escritos para los medios, y que establece un “híbrido” entre los géneros informativos y la interpretación sobre distintas temáticas del arte y la literatura, esta vez específicamente relacionados con las artes visuales y el cine.
En la actualidad el ejercicio del periodismo conecta la crónica con reformadoras prácticas del relato que parten de la premisa de una estética narrativa con singular belleza expresiva. Tales características, pocas veces registradas en la prensa nacional, trascienden en la redacción de comentarios, artículos, entrevistas y reportajes de esta prestigiosa periodista y crítica de arte, integrante de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, quien enriquece la imaginación de los lectores en tanto los informa a través de un vehículo narrativo que reflexiona sobre diferentes sucesos inherentes al paso del hombre por este mundo, asunto que echa anclas, en su obra, en distintas expresiones artísticas que establecen nexos entre la realidad y la ficción, a partir de los conocimientos e investigaciones que, para tales fines, ella acomete.
Con cuatro libros impresos en poesía y cuento, respectivamente, amén de sus publicaciones en importantes periódicos, revistas y antologías de varios países, la mayoría de los escritos incluidos en Bustos erguidos… fueron extraídos —y luego enriquecidos para este volumen—, de sus publicaciones en el periódico Guerrillero, de Pinar del Río, ciudad donde nació y ha desarrollado su obra literaria.
Se trata de trabajos en los que predomina un estilo narrativo, fluido y eficaz para el mejor entendimiento del lector, quien disfruta de un desempeño en el que se observan el uso de las técnicas y habilidades inherentes al oficio periodístico, a la vez que recurre a herramientas que le permiten establecer historias, en ocasiones con sentido lúdico, sobre temas enaltecidos con anécdotas, vivencias y la experiencia escudriñadora; valiéndose de disímiles recursos sin alejarse de la “realidad” que motivó cada una de estas proyecciones periodísticas con marcados matices literarios.
Entre esos “recursos” utilizados por Yanetsy en la estructuración de sus crónicas se encuentran supuestos libretos teatrales, como los de sus textos titulados El Peregrino, en el cual conforma una simpática dramaturgia con tres personajes; pretexto muy singular para referirse a la obra del creador de las artes visuales Aliosky García Sosa, que “pertenece a una de las generaciones más jóvenes de artistas, graduado en el Instituto Superior de Arte en la especialidad de Grabado”, sobre quien además de identificarlo brevemente en una síntesis curricular recrea un “ambiente” teatral para reflexionar sobre su quehacer artístico; así como Padre, hijo y Espíritu Santo en el cual expone, con sentido igualmente crítico, las obras de los artífices Ulises Bretaña, Humberto Hernández, el Negro, y Esteban Díaz, “una tríada con una obra verdaderamente encomiable”.
Los demás trabajos incluidos en este libro clasifican en dos tipos esenciales de crónicas periodísticas: la interpretativa, donde el autor desempeña un papel clave en la comprensión de los hechos (artísticos), a los que trata de dar sentido y explicar; y de opinión, en la que la crónica es testigo presencial de los eventos que narra. Al decir de la escritora, son “aluviones analíticos de obras escogidas a capricho, con interés por el rebuscamiento literario, el absurdo, la conjunción de manifestaciones artísticas y el didactismo lúdico”.