La celebración hoy, en La Habana, – y por primera vez en Cuba-, del Día del Juez Lego devino en digno homenaje a una representación de quienes llevan varias décadas haciendo realidad la participación del pueblo en la administración de justicia.
Como una gran conquista de la Revolución y hermoso legado del Comandante en Jefe Fidel Castro calificó Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP), la creación de esa figura no profesional, cuya actuación, junto a los magistrados, le impregna mayor transparencia, objetividad y sentido de democracia a la justicia cubana.
Explicó que en el ámbito de las actividades por el aniversario 50 de los Tribunales Populares, el Consejo de Gobierno del TSP instituyó el 12 de octubre como el Día del Juez Lego, fecha que recuerda el llamado de Fidel, durante un encuentro en 1962 con estudiantes y profesores de Ciencias Jurídicas, de crear ese sistema judicial.
Destacó que en su condición de trabajadores, combatientes, amas de casa o de jubilados tales compatriotas tienen la vivencia directa de lo que acontece en el barrio, en la calle, en la cola, en la guagua, en los centros laborales, por lo cual al dirimirse una causa judicial ahí está presente el humanismo, la experiencia de lo cotidiano.
Ustedes son los ojos del pueblo, son parte del control popular, les dijo Remigio Ferro al subrayar la importancia de su labor en los órganos de los Tribunales Populares a diversas instancias, además de recordar que en muchos países la justicia responde a los intereses de los ricos.
Diplomas de reconocimiento a quienes llevan más de 20, 30 y 40 años en tan alta responsabilidad en las salas de justicia del TSP entregaron su presidente, y Leobanys Ávila Góngora, miembro del Secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba.
En nombre de los homenajeados Luis Pérez Herrera, juez lego allí de la Sala del Trabajo y de la Seguridad Social, reafirmó el compromiso y la disposición de seguir aportando más humanismo, objetividad, calidad y eficacia a la actividad judicial.
Los momentos culturales del sencillo acto estuvieron a cargo de la agrupación musical Ronald y su explosión rumbera y del repentista Roly Ávalos Díaz, del proyecto Oralitura Habana.