Preocupan a los empleados y no ocupan a todos los empleadores las medidas de prevención de riesgos de las enfermedades profesionales y la accidentalidad laboral, en la provincia de Ciego de Ávila.
Hace unas horas salió a relucir nuevamente la inquietud del colectivo del almacén situado en la capital avileña desde donde se distribuye la harina hacia las panaderías y dulcerías de los 10 municipios del territorio, tema tratado varias veces en las ediciones impresa y digital de Trabajadores.
En esa unidad los estibadores no tienen fajas para fuerza, ni hombreras para apoyar los sacos, ni carretillas y otros medios de trabajo con las mínimas condiciones, ni agua y alimentos.
Hace mucho tiempo no reciben ropa y zapatos de trabajo, y sí conviven con peligros por cables eléctricos deteriorados y otros riesgos que pasan inadvertidos para la dirección administrativa de la Industria Alimentaria que fue la única ausente a la Conferencia Provincial del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca.
Frente a ese problema, que no es el único en el escenario laboral, continúa sin solución una añeja inquietud. El presupuesto para los medios de protección personal no tiene una notable utilización en el territorio avileño, pues no rebasa el 60 % de ejecución, según el análisis en la reunión del Secretariado Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
La fiebre alta de los precios y la mala calidad de los medios al alcance de la mano, tienen contagiadas a no pocas empresas, pero lo inaudito es que muchas de ellas poseen el financiamiento y no lo gastan, peor las que no lo planifican como si ignoraran que las fuerzas productivas son su principal recurso.
El informe debatido por los sindicalistas, destaca: Un alto costo tienen las importaciones de los medios protectores y la industria Nacional continúa con potencialidades sin explotar.
En nuestra provincia, por ejemplo, son muy alto los precios en la tienda del Fondo Cubano de Bienes Culturales, en relación con la oferta de servicios. Además, existe una incorrecta gestión de compra por parte de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria con su proveedor de Villa Clara, respecto a la adquisición de guantes y botas de trabajo que no reúnen la calidad necesaria.
Y a pesar de que en el territorio avileño hay un activo movimiento para la declaración de entidades con la categoría de Centro Seguro, lo cual ha contribuido a la disminución de los accidentes en el puesto de trabajo, en algunos lugares se engavetan los planes de medidas para la reducción de riesgos y vulnerabilidades, hay poca exigencia por parte de los directivos, pobre capacitación y violaciones de las leyes, normas y procedimientos relacionadas con la seguridad y salud en el trabajo.
No se trata de un asunto totalmente espinoso, vale recordar que Ciego de Ávila fue la provincia anfitriona del acto nacional de apertura de la Jornada de Seguridad y Salud en el Trabajo en noviembre del pasado año, etapa en la qué se hacía, y se efectúa aún, un llamado a la acción para evitar que se nos vaya la vida por un accidente, la picada de un mosquito, la irresponsabilidad del ser humano y otras causas que debieran contar con un tipo de autocontrol focal laboral potenciado y sistemático.
