Los CDR hoy son tan necesarios como cuando surgieron en 1960. Y esa frase del joven Elián González Brotón resumió el espíritu de los análisis en comisiones del X Congreso de la mayor organización de masas del país, que sesiona este miércoles en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
En sendas comisiones que profundizaron en el funcionamiento; el trabajo político ideológico y la atención a la niñez, la adolescencia y la juventud, así como la vigilancia y el trabajo preventivo, los 475 delegados propusieron soluciones para los problemas que enfrentan los CDR en la base y otras estructuras de dirección.
Cuando los CDR funcionan se pueden enfrentar mejor los problemas sociales, reflexionó González Brotón en la Comisión sobre el trabajo con los jóvenes, invitado muy especial que cuando niño movilizó en su defensa a todo el pueblo cubano, para conseguir que regresara con su padre desde los Estados Unidos.
Jóvenes como Elián discutieron el papel protagónico que deben desempeñar en los CDR, lo cual incluyó la participación en las redes sociales de Internet, y como esa organización debe insertarse en los espacios y en los hábitos de consumo cultural que interesan a la juventud.
Por otra parte, en la Comisión que debatió la vigilancia y la prevención, el coordinador nacional de los CDR, Gerardo Hernández Nordelo pidió avanzar en acciones concretas como puede ser el cuidado de las bodegas para que nadie se robe los alimentos normados que tanto cuestan al país y son esenciales para la población.
Los delegados recibieron información de la dirección nacional antidrogas del Ministerio del Interior sobre el enfrentamiento a ese flagelo en el país, y lo que representa la política de Tolerancia Cero que propugna el Estado cubano.
El principal origen de las drogas que circulan en el territorio nacional son los Estados Unidos y eso obedece a la intención de contaminar la sociedad cubana, se dijo, al explicarse que el consumo de drogas vincula directamente con la violencia criminal en el delito, y hay que conseguir que los jóvenes rechacen siempre cualquier tipo de consumo de sustancias estupefacientes.
Hernández Nordelo ilustró el fenómeno con su experiencia como prisionero en las cárceles estadounidenses por luchar contra el terrorismo, donde conoció de cerca las desgracias que generan las drogas en aquella sociedad.
“Ese drama no lo queremos para nuestras comunidades, escuelas y familias, por eso hay que enfrentar las drogas en una guerra sin cuartel”, aseveró el Héroe de la República de Cuba.
Rogelio Polanco, jefe del departamento ideológico del Comité Central del Partido, al intervenir en la comisión 2 destacó por su parte que “en el barrio nace la Revolución”, e hizo una analogía entre los petardos que en 1960 detonaron cuando Fidel hablaba en el acto donde nacieron los CDR con los cocteles molotov que en días recientes se lanzaron contra la Embajada de Cuba en Washington.
Y hay también otras bombas contra nuestro pueblo, en una guerra con muchos nombres: no convencional, de cuarta generación, cognitiva, cuyo escenario son nuestros cerebros y que buscan socavar la esencia de la Revolución y acabar con el Socialismo y la nación cubana, advirtió el dirigente partidista.
Para enfrentar esa guerra cultural tiene que haber otro plan, como pedía Martí, y los CDR son parte de ese plan revolucionario, enfatizó Polanco Fuentes.
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