Tras una agotadora lucha contra el cronómetro, Erick Hernández destrozó el récord Guinness de más toques al balón en una hora, estableciendo una cota de 12 mil 237, esta mañana en el Hotel Copacabana de la capital del país.
El multirrecordista cubano destrozó con facilidad el registro del mexicano Abraham Muñoz, conocido como Soccerman, quien había conseguido 11 mil 901 contactos.
Erick nunca antes había incursionado en esta modalidad. Confiesa que la vio en el Libro Guinness y se dio a la tarea de intentar superarla.
«Se dio de casualidad. No lo estaba buscando. Lo vi y quise probar. Él (Muñoz) tiene varias marcas y creo que me lanzaré en las demás que están en su poder», comentó a Trabajadores el dominador habanero.
«La preparación fue bastante intensa. Como se trata toques contra tiempo hay mucha intensidad. Es necesario dar más de doscientos toques por minuto y esto dificulta mucho la faena.
«Cuando te hablo de más de doscientos toques por minuto te estoy diciendo que son más de tres toques por segundo durante una hora. Eso es lo que lo complejiza todo», añadió.
El atleta reveló que estuvo durante dos meses preparándose para batir a Muñoz, y a su rutina habitual de fortalecimiento de los diferentes planos musculares y resistencia incorporó el dominio con pelotas de diferentes tamaños, incluso una pelota de tenis, para buscar rapidez en la ejecución de los toques.
«Una hora para un dominador del balón no es mucho tiempo; pero este caso exige mucha intensidad, entonces trabajé sobre la base de eso por circuitos de ejercicios sin hacer pausas. También añadí a ese circuito el dominio del balón con saltos durante dos minutos, que es una actividad bastante intensa.
«La particularidad que tiene este récord con respecto a otras modalidades que he intentado es que en lugar de uno estar ansioso porque el tiempo acabe para establecer una nueva marca, lo que desea es que el tiempo final no llegue poder dar más toques. Siempre estaba pendiente de dominar más y hacerlo de la forma más rápida para culminar con una cifra más elevada», manifestó.
Si bien pulverizó los números de Muñoz, al ser su primer récord de este tipo, Erick reconoció que no llegó a sentirse del todo cómodo en su ejecución.
«No voy a decir que durante toda la hora que estuve dominando, pero no me sentí cómodo porque no lo había intentado con estas características. He realizado desde la posición de sentado, corriendo, con la cabeza, con los pies, pero este de toques contra contra tiempo de una forma prolongada, una hora, nunca. En un momento determinado la iluminación me afectó y también el piso, pues resbalé un poco por el mismo sudor que iba desprendiendo. Todos estos detalles lo hacen difícil».
El laureado atleta adelantó que antes de que finalice el año intentará establecer otro registro, el de más toques con la cabeza en un minuto, que si bien ya lo logró con anterioridad, no fue homologado por Guinness.
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