Este 18 de septiembre los tuneros recuerdan el asesinato, hace 74 años, de Amancio Rodríguez Herrero y José Oviedo Chacón, incansables luchadores por los derechos de los obreros frente a los desmanes de la Compañía Francisco Sugar Company.
Al crearse el Sindicato de los Trabajadores Azucareros del central Francisco y sus Colonias en 1939, Amancio forma parte de la directiva electa y el 10 de mayo del propio año es nombrado vicesecretario general. El 23 de marzo, al presentar la renuncia el secretario general, ocupa ese cargo que desempeña hasta la hora de su muerte, porque los obreros lo ratificaban todos los años en esta responsabilidad por inmensa mayoría de votos.
Con su ejemplo termina la etapa en que los dirigentes del Sindicato se dejan intimidar o sobornar por los patrones apoyados por la Guardia Rural.
En 1942 ingresa a la Federación de Camagüey y ese mismo año es nombrado secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA).
La labor de Amancio convierte al movimiento obrero de esa demarcación en uno de los más fuertes en el país.
Pero, por su activa participación en las luchas obreras es considerado una figura pública incómoda y una amenaza para los intereses de la compañía, y desde los Estados Unidos le dan al corrupto presidente Prío Socarrás la orden de su asesinarlo.
La vil acción la ejecutan sicarios mujalistas, quienes planifican una provocación en la sede del Sindicato Azucarero, donde le disparan y muere; y, junto a Amancio cae su compañero de lucha José Oviedo Chacón.
Para conmemorar la histórica fecha, en el municipio que lleva su nombre trabajadores de su gremio desarrollaron un programa de actividades que incluyó la realización de trabajos productivos para sembrar caña y cultivos varios, intercambios con trabajadores jubilados del sector, acciones de limpieza y restauración en el cementerio, en el cual reposan sus restos; y, este lunes rinden tributo, dijo a la emisora local Radio Maboas Juan Miguel Cuellar Oñate, organizador del sindicato en ese territorio del sur tunero.
También realizaron una velada artístico-cultural en la sede de la organización sitio en el que fueron ultimados Amancio y Oviedo, que devino, según reseña el sitio digital de “Maboas”, acto de exaltación de la vida y la obra de los dos dirigentes sindicales, de su trayectoria a favor de la clase trabajadora, y, también momento de convocatoria a mantener vivos sus ejemplos en el bregar cotidiano para salvar, en su memoria, al sector cañero azucarero.
La historia patria, porque tenemos memoria, recuerda que el 6 de agosto de 1960 el gobierno revolucionario intervino el central Francisco, y los obreros allí reunidos acordaron levantar en esa industria y en todo el territorio un monumento de homenaje perpetuo a sus dos mártires, y desde entonces el ingenio y la demarcación así se denominan.
Unos y otros, trabajadores del sector y pueblo en general, tienen en esa intención el deber insoslayable de recuperar las plantaciones cañeras y poner a la industria a la altura de las exigencias actuales, para que el discurso se materialice y sea real tributo.
*Fuentes consultada https://www.ecured.cu/Amancio_Rodr%C3%ADguez_Herrero y https://www.ecured.cu/Jos%C3%A9_Oviedo_Chac%C3%B3n