No por repetirse año tras año deja de ser notorio el esfuerzo de miles de trabajadores por cumplir los compromisos de producción de uniformes de los escolares cubanos, mucho más cuando crecen las dificultades económicas del país.
Mayelín Escobar Ochoa, directora general de la Empresa de Confecciones Textiles Boga, perteneciente al Grupo Empresarial Gempil, del Ministerio de Industrias, informó que con un programa de producción iniciado en mayo, según las existencias de materia prima, el empeño era sumar poco más de un millón 736 mil prendas, y entregar el 20 de agosto lo acordado con el Ministerio de Comercio Interior y el 31 de ese mes lo previsto para alumnos internos, lo que se cumplió.
Dijo que desde junio, y escalonadamente, comenzó el arribo al país de la materia prima —fundamentalmente de China—, y a partir de entonces se establecieron las prioridades, en primer lugar los uniformes para los grados iniciales de primaria, secundaria básica, preuniversitario y la educación técnico-profesional.
Precisó que cuentan con el aseguramiento de la materia prima para completar los uniformes que faltan de la primaria, para lo cual tienen compromiso de entrega hasta noviembre próximo, mientras que para el resto de las enseñanzas se producirá y entregará según la llegada a Cuba de la materia prima prevista.
Entre nuestras mayores conquistas: el uniforme escolar
Si poco menos que insoportable es sufrir un apagón eléctrico en medio del sofocante calor, más difícil aún es una vez con corriente ir de nuevo al taller y completar el compromiso productivo. “Eso hicieron muchas veces nuestras costureras, a la vez que contamos con el total apoyo de los gobiernos de los territorios para trabajar en momentos de mayor contingencia energética”, subrayó.
Escobar Ochoa agregó que en momentos de mayor urgencia se habilitaron sábados y domingos y se extendió la jornada laboral siempre que lo demandó la satisfacción del compromiso asumido.
Asimismo, con el arribo gradual de las materias primas y dado el poco tiempo para el inicio hoy del curso escolar, se pospusieron las tradicionales vacaciones masivas en los 88 talleres dedicados a esa labor, los que igualmente laboraron durante los días de asueto del pasado mes de julio.
Nacionalmente las más de dos mil costureras de Boga forman parte del programa de confecciones. “A ellas se unieron en momentos de mayor dificultad fuerzas productivas de otras empresas, entre ellas Puntex, Thaba y la Industria Deportiva, de la Federación de Mujeres Cubanas y también de Industrias Locales”, refirió.
“Hubo que organizar movilizaciones voluntarias con trabajadores de oficinas de nuestro ministerio, y de las UEB de los territorios. Todo aquel con algún conocimiento de costura se sentó ante una máquina ya fuera para coser, picar, marcar ojales, doblar, envasar, planchar, o cualquier otra tarea”, puntualizó.
“Se puso de manifiesto una vez más que cuando pedimos un esfuerzo extra a las costureras, fundamentalmente si se trata de uniformes escolares, ninguna dice que no”, concluyó la directora general de la Empresa de Confecciones Textiles Boga.
