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La expansión del Brics y el fin de la hegemonía del USD

El crecimiento a 11 países del grupo Brics y el acuerdo de emplear monedas locales para el comercio dentro del llamado Sur Global, es un parteaguas en el predominio del dólar estadounidense (USD) y los pininos del mundo multipolar.

 

 

En su decimoquinta cumbre celebrada del 22 al 24 de agosto en la ciudad sudafricana de Johannesburgo, los fundadores Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica aprobaron el ingreso al bloque de Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, escogidos entre 25 solicitantes, incluida Cuba.

En la declaración final de la cumbre, los jefes de Estado y Gobierno reiteraron su compromiso con “el multilateralismo y la defensa del derecho internacional”, expresaron su “preocupación por el uso de sanciones unilaterales” y sus efectos negativos en los países en desarrollo, y se opusieron a las barreras comerciales.

“Subrayamos la importancia de promover el uso de las monedas nacionales en el comercio internacional y en las transacciones financieras, tanto dentro de los Brics como con los socios comerciales (del grupo)”, señaló la declaración.

“Reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer la cooperación en la agricultura y el desarrollo de la agricultura sostenible de los países Brics para mejorar la seguridad alimentaria tanto dentro de los Brics como en todo el mundo”, según el texto.

El grupo considera que las Naciones Unidas es la piedra angular del sistema internacional, pero se expresaron a favor de su reforma y de una mayor representación de los países en desarrollo en su Consejo de Seguridad.

 

La voz del G-7 y China

En su condición de presidente pro tempore, Cuba llevó a la cumbre de Sudáfrica la voz del Grupo de los 77 y China:

“Somos 134 países, dos tercios de los miembros de la Organización de las Naciones Unidas, donde vive casi el 80 por ciento de la población del planeta enfrentando los desafíos colosales de un mundo cada día más desigual, en el que se han multiplicado la exclusión y la pobreza después de dos años de pandemia seguidos de dramáticos conflictos”.

Esas fueron palabras del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la reunión donde invitó a los presentes a la cumbre del Grupo de los 77 y China el 15 y 16 de septiembre próximo, en La Habana.

“En los últimos diez años las naciones del Sur han visto duplicarse su deuda externa, ya pagada con creces.  Aumentan las medidas coercitivas unilaterales.  Más de 3 000 millones de personas se ven afectadas por la degradación de los ecosistemas.

“Más de un millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción, según se lee en el mensaje del secretario general (de la ONU, Antonio Guterres) por el Día Mundial del Medio Ambiente”, expresó.

“Si no actuamos de inmediato, legaremos a nuestros hijos y nietos un planeta no solo irreconocible para quienes venimos del siglo anterior, sino tristemente condenado a resultar inhabitable”,sentenció.

Díaz-Canel reconoció la creciente autoridad del Brics y dio la bienvenida “a su eventual ampliación, que contribuiría a reforzar su relevancia y representatividad”.

Ratificó además que tanto el Grupo de los 77 y China como la organización reunida en la capital sudafricana, comparten el reclamo histórico de emprender una transformación real de “la arquitectura financiera internacional profundamente injusta, anacrónica y disfuncional”.

 

La esperanza de un nuevo orden mundial

Con la ampliación reciente, el bloque aglutina, a nivel planetario, al 46% de la población, 37% del Producto Interno Bruto, 30% de la cosecha de alimentos y 6 de sus miembros están entre los 9 mayores productores de petróleo.

El debate entre economistas, politólogos y políticos es cuándo y cómo puede caer el reinado del dólar como moneda de reserva y referente en los precios del comercio internacional, una acción cuesta arriba que resulta un gran desafío.

La idea de una moneda común tiene impulsores y detractores, algunos aplauden la iniciativa, mientras otros la ven con recelo. Unos consideran positivo deshacerse del USD, pero reconocen que existe la posibilidad de que las potencias dominen la evolución del nuevo dinero.

No obstante, las recientes decisiones del Brics de expandirse y abogar por la “desdolarización” del comercio internacional abren una esperanza acerca del fin de la hegemonía de Estados Unidos, pues politólogos consideran que esa moneda (el dólar) constituye la columna vertebral de su política de dominio.

La alternativa que se abre resulta la oportunidad de una alternativa viable marcada por colegiar los intereses nacionales y regionales, sin imposiciones, catalizada a partir de los recientes cambios geopolíticos y las crecientes tensiones de Occidente contra Rusia y China, aseguraron expertos.

En Johannesburgo se consolidaron las bases para una nueva arquitectura financiera y comercial que rompa el reinado del dólar y su empleo como chantaje político, al decir de autoridades del Nuevo Banco de Desarrollo del Brics.

Para el bloque, ahora reforzado, se impone analizar las alternativas que equilibren las relaciones entre países bajo el presupuesto de crear un nuevo orden mundial justo y equitativo.

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