Con unos 25 mil turistas como promedio diario, 4 mil más que en igual etapa del año precedente, Varadero registra buena presencia foránea en un mes de agosto por tradición demandado por el mercado interno.
Ello es resultado de cómo poco a poco algunos emisores van recuperándose, lejos aún del referente antes de la pandemia de Covid-19 que es el 2019, pero suficiente para sentir cierto alivio en este 2023, consideró Nastia Valdés, delegada del Ministerio de Turismo (MINTUR) en esta occidental provincia de Matanzas.
Los flujos turísticos siguen siendo dominados por Canadá, Rusia y Alemania en ese mismo orden, llegadas en general determinantes en el sobrecumplimiento en los planes de ingresos del año en curso, expresó Valdés en conferencia de prensa.
En la llamada temporada de alta turística de julio y agosto para los nacionales, el incremento de extranjeros se atribuye, entre otros factores, a las 13 líneas áreas conectadas con el aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez, tres por debajo de las activas en la etapa invernal de noviembre a abril, el mayor período receptor de vacacionistas de otras latitudes.
Una contribución clave en la subida de emisiones corresponde al reinicio el pasado 1 de julio de la operativa regular directa con Rusia, desde donde se estiman aumentos en los arribos, de incorporarse una tercera frecuencia al aeródromo de Varadero de la línea área Rossiya, prevista para inicios del próximo mes de septiembre.
Valdés se refirió a la preparación recibida por directivos y empleados para optimizar la comunicación con los turistas rusos en cuanto a preferencias y gustos, acciones desplegadas en los hoteles por profesionales del Centro de Capacitación de la afamada Playa Azul.
“A pesar de conocerlos, siempre es bueno reactualizar al personal sobre temas esenciales en el camino de elevar la satisfacción de los que escogen a nuestras instalaciones para disfrutar de los productos de ocio tanto en la red hotelera como en la extrahotelera”, manifestó la delegada del MINTUR.
Recalcó el desafío perenne de la calidad en la prestación de los servicios, en la animación dentro de los hoteles y en las noches de Varadero, e insistió en los encadenamientos con todos los actores económicos para garantizar variedad en los suministros, en especial de los alimentos, una variable donde se debe seguir cerrando frente para mejorar la percepción de los clientes, consideró.
Valdés interpretó al turismo como un ejercicio sumamente complejo en la Cuba de hoy, pero se mostró satisfecha con la entrega de los hombres y mujeres de una industria de ocio que en Matanzas lidia con las dificultades para desde la innovación constante ofrecer el mejor de los servicios posibles. “La excelencia siempre será la meta”, sentenció.