Hay quienes introducen con mala fe, desde fuera y dentro de las fronteras, palabras, frases y enrevesados análisis sobre la bancarización para crear un ambiente caótico, pero en el actual trayecto de esta Guagua, todavía no abordaremos ese tema.
Mientras preparábamos los datos para esta salida, una amiga llamó después de haber leído 500 VERANIEGAS: Para comprobar la bonificación donde se explica cómo proceder para saber el monto de una bonificación.
Oye, hice eso y no me bonificaron nada. ¿Qué hice? Pues transferirle dinero a mi hermana y no me descontó nada.
Inmediatamente le recomendamos leer detenidamente el título del otro material que dijo haber leído: Seis por ciento de bonificación para pagos electrónicos y le sugerimos analizar bien el párrafo que dice:
Cualquiera que sea el tipo de propiedad que gestione el negocio, los clientes que paguen bienes y servicios con tarjetas magnéticas o pasarelas de pago electrónicos serán bonificados con un seis por ciento por todos los bancos del país.
Su respuesta:
Ah, no. Yo lo que hice fue pasarle dinero a mi hermana. Gracias por la aclaración, es que lo leí, pero interpreté lo que más me convino… jejejejeje…
No obstante, también a estas alturas todavía hay quienes llevan su entendimiento entre las tinieblas de los temores a que la novedad resulte perjudicial porque se han acomodado a andar por caminos trillados, donde ya los inconvenientes son tan habituales que se sienten raros si les faltan.
Aunque personalmente el autor de esta Guagua agradece las preocupaciones hacia nosotros, los viejitos, pues es una muestra de que les importamos a los jóvenes generaciones, se debe tener en cuenta que en estos momentos el 62 por ciento de los beneficiarios de la seguridad social cobramos mediante tarjetas magnéticas.
En ningún modo se trata de que las actuales medidas de bancarización llegaron hace unos días para amargarnos la vida, sino que se trata de un proceso gradual en el que abarca a más de medio millón de personas que rebasamos los 60 y 65 años de edad.
Hay otra cifra que supera los 600 mil sexagenarios, septuagenarios y más edad que no tienen tarjetas magnéticas pero cobran a través de una nómina electrónica (implantada desde 2009 para sustituir la chequera en soporte tradicional de papel) en oficinas de pago que se irán ampliando para darnos dinero en efectivo.
Una vecina jubilada y recontratada en el sector educacional, Luisa. dotada desde hace un buen tiempo con la susodicha tarjeta y que acudía a amistades para pagar electricidad, teléfono y recargar el celular, tomó la decisión de que en vez de pedir el favor de que le hiciéramos los pagos, está pidiendo que le enseñen.
A los que tanto se preocupan por nosotros, sepan que entre los que se han estado jubilando en los últimos momentos, hay una cantidad que como trabajadores activos, ya recibían su salario por la tarjeta magnética y para nada les resulta una novedad este aspecto de la bancarización.
Quienes tienen pensión como la mía de 2125 pesos o menos, suelen extraer todo de una vez, pues es una cifra que da para poco, pero siendo así (más del 70 % de los beneficiarios cobra pensión mínima), cualquier bonificación se agradece y por eso, vale la pena dejar algo para pagar electrónicamente desde la comodidad hogareña.
Por tanto, no todos, pero la mayoría de los jubilados de la seguridad social podemos insertarnos en los canales de pago electrónicos, si tenemos el dispositivos para hacerlo o gestionamos con amistades y vecinos como hasta hace unas horas hacía Luisa en el Reparto Escambray de Santa Clara.
Innegable que se requieren conocimientos, y se pueden gestionar, pero también influirá la falta de costumbre, y no habrá imposiciones, prohibiciones ni se obligará a nadie, pues en Cuba se está procediendo gradualmente y en ese camino el dinero en efectivo no desaparecerá, aunque disminuya su utilización.
En resumen: Los que tenemos pensiones mínimas o cercanas a ellas y nos jubilamos antes de la Tarea Ordenamiento, podemos benerficiarnos con estas nuevas medidas de bancarización porque están dirigidas a facilitarnos extraer efectivo de los cajeros y aumentar en algo el escaso dinero gracias a las bonificaciones.
Este pasajero, mejor dicho: este tema, hay que seguirlo trayendo a bordo de las próximas guaguas, que seguirá transitando por el camino de la bancarización que está como lleno de baches causados por dudas e incertidumbres provocadas por las novedades y la falta de costumbre, y su reparación depende mucho de informar, capacitar, argumentar.
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