Convencido de que la naturalización de hechos delictivos e ilegalidades dentro de la sociedad ocurre hoy por falta de enfrentamiento integral, Eduardo Ramírez García, Vicecontralor de la provincia de Guantánamo conversó en exclusiva para Trabajadores sobre el influjo de los sindicatos en esa batalla de importancia estratégica para el país hacia el desarrollo próspero y sostenible.
En opinión del Vicecontralor, el enfrentamiento de esa estructura de masas en los centros de trabajo y empresas donde más se manejan recursos demandados por el pueblo debe fortalecer la eficacia de la gestión administrativa y la prevención.
¿Cuáles han sido las principales problemáticas sobre el tema detectadas en Guantánamo en lo que va de año?
En la provincia durante el primer semestre del año se han realizado 132 auditorías y de ellas entre unas 72 evaluadas, a 22 entidades se les calificó su Control Interno como Deficiente. Se trata de entidades pertenecientes al sector de la Agricultura, y otras adscritas al Gobierno en los municipios Guantánamo, Yateras, Baracoa, Niceto Pérez y Manuel Tames.
Dentro de esas deficiencias detectadas están cuentas por cobrar fuera de término y no documentadas, pagos indebidos, incumplimientos en el control y uso del combustible, errores en la documentación de los inventarios, falta de control de altas y bajas de los activos fijos tangibles sobre equipos y materiales, errores en el control del efectivo y documentos primarios, y la incorrecta utilización del plan de prevención de riesgos que es la principal problemática y más recurrente en cada uno de los municipios mencionados.
Nos percatamos que no se utiliza ese plan de prevención como herramienta fundamental del sistema de Control Interno, en muchos casos no se actualiza, no es efectivo ni se discute con el colectivo de trabajadores.
Todo esto conlleva que al no tener identificados aquellos posibles riesgos o vulnerabilidades que pueden poner en peligro el cumplimiento de tus objetivos de trabajo carecen por consiguiente del plan de medidas para minimizar su manifestación o erradicarlos.
¿Podemos decir que es por desconocimiento o desinformación en la gestión administrativa?
Cada una de estas violaciones ocurren cuando la Resolución que rige el Control Interno se emitió en el año 2011, asimismo en diferentes momentos anualmente se realizan capacitaciones comprobadas por la propia Contraloría, entonces a mi juicio no estamos ante un fenómeno de desconocimiento y sí una tendencia de no dar prioridad a una herramienta de dirección de las entidades contra el delito, el descontrol, las ilegalidades y las manifestaciones de corrupción.
Lo estratégico en esta batalla contra la corrupción es preverlo, y no esperar a enfrentarlo ya cuando ocurrió, cuando ya se dilapidó el presupuesto, el recurso se disgregó para otros fines y creció la implicación de mayor cantidad de personas con medidas que ya trascendieron de lo administrativo al ámbito penal. Ahí ya existe una afectación que pasó de lo económico a lo social e incluso moral para el propio comisor del delito, la entidad y la sociedad.
Cuando analizamos cada una de las fallas calificamos sus causas como de índole técnico-organizativa y de carácter subjetivo. En su mayoría por descuidos y negligencia en el cumplimiento de las funciones de trabajo de alguien a quien concierne ese deber o esa ocupación.
Entre las causas que identificamos está el insuficiente adiestramiento del personal y completamiento de la plantilla, inestabilidad del personal en áreas económicas y contables, inobservancia de las normas y disposiciones legales por falta de atención o disciplina, carente chequeo, control y supervisión por los directivos superiores, al igual que carencia de profundidad en los análisis realizados por los diferentes órganos colegiados de dirección y no elaboración e inefectividad de los procedimientos internos por sus responsables.
¿Qué sucede después de que un proceso de auditoría determina estos fallos en una entidad?
Una auditoría es un proceso interactivo. Simultáneamente que se detectan las ineficiencias se intercambia con los implicados o el personal responsable de ellas. En un primer momento se revisa el trabajo y luego se piden cuentas a los responsables sobre los problemas que aparecen.
Lo interesante es que mientras ocurre este segundo momento los auditores explican o enseñan los procedimientos correctos en aquello que falló o se está haciendo mal. Porque si te voy a imputar una responsabilidad por un incumplimiento, tengo que decirte qué estás violando y por qué.
Hay también un momento que se denomina Reunión de Análisis Parcial de Información de los Resultados y es donde concurren los factores de esa entidad: entre ellos el secretario de la sección o buró sindical, los representantes de las organizaciones políticas y los principales directivos.
En ese contexto se dan a conocer los resultados de la revisión, cada parámetro evaluado y su calificación y por qué se evaluó de bien o mal según corresponda, se aclaran también los responsables, las causas, además de los efectos que pudieran provocar en caso de no ser corregida la situación existente.
Al concluir esas parciales se procede a la etapa de análisis final, una reunión en la que se comunica entonces a todos los trabajadores.
Cuando un equipo de auditoría concluye su revisión en una entidad deja allí un informe con todas las dificultades para que la entidad elabore un plan de medidas capaz de transformar ese escenario y solucionar los errores cometidos, el cual nos debe consultar y presentar dentro de un período determinado.
Ahí se desencadenan otros problemas, y es que muchas veces al cumplirse el período determinado nos encontramos con que la entidad no aprovecha ni cumple algunas de las medidas contenidas en el plan que ella misma aprobó.
Más tarde como acción de seguimiento a los planes de medidas e investigación después de quejas hechas por la población encontramos problemas aún más graves. Porque lo que se tiene que entender es que no toca a la Contraloría resolver los problemas, sino es la administración de esa entidad, su colectivo de trabajadores todos, a quienes corresponde por legitimidad resolverlos.
¿Qué falta por aprehender todavía en esa lucha que como usted asegura es » de todos»?
A mi juicio todavía es necesario fortalecer la formación del sistema y núcleos de valores como cultura de la sociedad, apostar más por la integridad personal, revitalizar los conceptos de los códigos de ética para cuadros y administrativos. Ahora ya se amplió el concepto de corrupción administrativa a cuadros y funcionarios que sin asumir puestos de dirección tienen recursos bajo su custodia y puede incurrir en una desviación de estos.
Aunque en Guantánamo disminuyen las quejas hechas por la población, ha aumentado el número de personas que acuden a la sede de la Contraloría a presentar personalmente sus quejas, un mecanismo que también posee la Contraloría General de la República como órgano con deber y voluntad públicas.
