Como si el suspenso fuera lo más esperado para determinar el segundo finalista de la 62 Serie Nacional de Béisbol, las Avispas de Santiago de Cuba derrotaron 8-1 a los Leones de Industriales y sonó la conga más fuerte que nunca en el Guillermón Moncada este lunes, mientras una pregunta quedaba en el aire: ¿cerrarán mañana Trocha para festejar como pidiera Manuel Alarcón en 1967?
La descripción de lo sucedido puede resumirse en un racimo de cinco carreras en el mismo primer capítulo, cuando después de dos outs, un rosario de cinco imparables y par de boletos no solo sirvieron para explotar al joven abridor Silvano Hechevarría, sino prácticamente para definir el importante sexto juego, que vuelve a llenar de esperanzas a la tropa oriental.
El relevista Reemberto Barreto contuvo por dos capítulos la fuerza de las Avispas, pero en el cuarto Osday Silva encontró las bases llenas y empujó dos con imparable al izquierdo. La octava carrera llegaría por un pass ball del receptor azul segundos más tarde. Todo era cuestión de tiempo para la igualada a tres victorias por cada bando y forzar un séptimo y decisivo enfrentamiento.
Pero si hablamos de la ofensiva santiaguera, no menos relevante fue la segunda actuación del veterano Danni Betancourt, que sin velocidad aterradora, sino moviendo los envíos a las esquinas y con esa experiencia que dan 22 series jugadas, dominó una vez más en la postemporada a los azules, que solo salvaron la lechada en el séptimo, tras error, hit y doble de Ariel Hechevarría.
Los relevos de Osvaldo Acuña y Yosiel Serrano (par de entradas cada uno) preservó una sonrisa que pone en un punto psicológico mejor a la tropa de Eddy Cajigal para enfrentar el decisivo cotejo de este martes, para el cual ya fueron anunciados Reymond Figueredo por los visitantes y el veterano Alberto Bicet por los de casa.
Moralejas del partido
– El estadio Guillermón Moncada albergó más de 20 mil aficionados y muchos reportes hablan de que quedaron unos 5 mil por entrar. Era el respaldo merecido a un equipo que ha devuelto la garra y la alegría de las mejores formaciones santiagueras. Por solo eso, vale la pena esta rivalidad semifinal contra Industriales, su rival más enconado.
– Yoelkis Guibert ha sido el líder natural y ofensivo que demanda un equipo como este. Ahora, junto a Osday Silva y Carlos Monier (3-4 y 5 en la alineación) arruinaron los sueños azules desde bien temprano. Con par de sencillos cada uno y tres empujadas constituyeron un dolor de cabeza para sacarle out.
– La alineación industrialista registró dos cambios, uno esperado y otro sorpresivo. La entrada de Alomá por Rivalta era cantada, a pesar de que tampoco ha estado bien el camarero azul. Lo que se buscaba con Lázaro Ponce detrás del home era defensa, pero el bateo oportuno de Oscar Valdés parece mucho más importante ahora. Recordar que en la tercera victoria fue clave su doble remolcador.
– Guillermo Carmona hizo lo correcto al reservar sus relevistas más efectivos para un séptimo partido, toda vez que tenía ventaje en el match. Eddy Cajigal quizás pudo hacerlo con Acuña, pues con la diferencia en la pizarra cualquier relevista podía sostenerla. No obstante, este martes, todo indica que no tendremos un juego ofensivo, sino de poco margen y un pitcher mal quitado podrá decidir el pleito.
– Santiago de Cuba lucha por llegar a un final tras 15 años, ya que su última presencia en esta ronda conclusiva ocurrió en 2008, cuando levantaron el título frente a Pinar del Río. Desde entonces no han figurado ni el podio, algo que tiene garantizado el equipo que caiga en esta semifinal, pues sería bronce y Matanzas cuarto.
– No son cábalas ni maldiciones retóricas, pero de imponerse las Avispas habrá ocurrido lo mismo que en el play off final de 1999. De ganar Industriales llegará a su final tras 11 años de espera y Carmona podrá dormir tranquilo y feliz, pues él era el director de hace 24 años.
– Hoy sonó la conga en el Guillermón Moncada. Este 1 de agosto veremos si rugen los leones o se cierra la calle Trocha para celebrar.