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Los 2,45 del Tigre de Limonar, del hombre cielo, de Soto

Pocos seres humanos podemos asegurar que somos los mejores en algo. Esa sana vanidad queda reservada para los recordistas, sobre todo en actividades de tiempo y marca. Si además de eso pasan 30 años viendo como nadie rompe esa marca, pues la historia se engrandece.

Javier Sotomayor y el periodista.

En Cuba contamos con uno de esos hombres. Nacido en Limonar, donde le decían El Tigre; convertido en la persona que más cerca ha estado del cielo por esfuerzo físico, de ahí el sobrenombre de Hombre Cielo; Javier Sotomayor sigue siendo natural, sencillo, aunque hace exactamente 10 mil 957 días sobrepasó la varilla en el salto de altura a los 2,45 metros. Y parece eterno.

Este jueves, en la sede de la Embajada Española en La Habana, se le rindió homenaje como quiera que el escenario de dos de sus marcas universales (2,43 y el 2,45) se impusieran en Salamanca, España. Me preguntaba si no hubiera sido mejor en un estadio Latinoamericano (en medio de los play off que tanto disfruta) con miles de aficionados aplaudiéndolo, pero sin más protocolo que su sinceridad accedió a una rápida batería de preguntas.

LLevas varios días de celebración. ¿cómo lo asumes a las tres décadas de un hecho que todavía impresiona?

El lunes estuve en Limonar, ahora aquí en La Habana, mañana en Varadero. Me he sentido muy emocionado con cada reconocimiento que me han dado, por cada felicitación de mi familia, las amistades y los admiradores, Me siento realmente muy contento de que todos se hayan acordado de este día.

¿Sigues pensado que el récord puede ser roto en cualquier momento?

Imposible no hay nada, pero soy consciente que los récords se hacen para batirse. Solo hay una sola posibilidad de que no suceda: dejar de realizar la prueba de salto de altura, y eso no va a pasar. No sé si en 5 o 10 años, o en qué tiempo sucederá, pero alguien lo va a superar.

Tu hijo ha declarado que lo va a romper él para que se quede contigo en la familia

Decir eso con 15 años es muy difícil. Es soñar. Pero bueno, el muchacho va bien.

¿Por qué Sotomayor no decidió el camino de ser entrenador y solo trabaja a ratos con su hijo?

He tenido varias propuestas en Cuba y en el exterior, pero para no hacer quedar mal a esos saltadores, no he aceptado. La razón es que hoy en día es que me paso viajando mucho por otros temas de trabajo y no tengo el tiempo que se necesita dedicarle a eso.

De hecho, estoy buscando quién y cómo un entrenador me pueda ayudar con mi hijo, porque está obteniendo buenos resultados, pero considero que los puede tener mejores. Se pasa la mitad de la temporada entrenando solo por mi culpa y tiene una voluntad muy grande porque estar a las 11 o 12 del mediodía en una pista entrenando solo, sin un entrenador o compañero que lo acompañe es duro y complicado. Es admirable lo que hace.  Condiciones físicas tiene. Técnicamente tiene que mejorar un poco, pero hay cosas que él hace muy parecidas a mí.

¿Qué es lo que más recuerdas de aquel 27 de julio de 1993?

Que me sentía muy bien física y mentalmente. Había tenido una temporada en que me sentía seguro, no confiado, de que podía romper el récord mundial. En los entrenamientos, en las competencias antes de ese día, estaba muy bien. De hecho, dos semanas después fue el campeonato del mundo y para mi hice el mejor salto de mi vida, aunque no haya representado un récord. Fue el 2,40 de Stuttgart, sin embargo, si ves las fotos y por los estudios biomecánicos que se han hecho, muchos aseguran que puse el centro de gravedad en 2,50. Es decir, fue una etapa de mi vida en que tenía total seguridad que podía lograr marcas como esa.

¿Cómo te sientes físicamente hoy?

Extraño la vida deportiva, no la machacadera del entrenamiento diario. Yo era de los que entrenaba muy fuerte. Mantengo el ejercicio físico, aunque no con el rigor de antes ni con la misma sistematicidad. Le tengo envidia sana a Ana Fidelia y a Dayron Robles, que parecen que van mañana a unos Juegos Olímpicos por la forma física en que están.

Además del récord hay muchos que te consideran el deportista cubano más importante del siglo xx en Cuba. ¿qué opinas?

Creo que estoy dentro de los mejores. Para algunos son otros nombres. En Cuba hemos tenido la suerte de contar con muchísimos deportistas de un nivel muy alto. Si haces una lista de 10 y me dejas fuera sí me siento mal. Todo lo demás es subjetivo.

Después de tantos años escribiendo sus triunfos y reseñando sus hazañas le pedí una foto. Y me la regaló. “Felicidades, Soto!

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