El júbilo le brota por los poros a la gente de mi pueblo natal, porque en Pina, municipio de Ciro Redondo, se luchó, conquistó, trabajó y celebró el acto provincial por el 26 de Julio en Ciego de Ávila.
Mi terruño es como un corazón porque late en el centro de la geografía avileña con un plantel industrial potente y un capital humano dispuesto a reactivar las reservas productivas y de eficiencia.
El pueblo, principal protagonista de los acontecimientos económicos, políticos y sociales, agradeció la materialización de varias transformaciones en vísperas de la celebración del aniversario 70 de la gesta del Moncada.
Entre las mejoras sobresale el cambio de imagen de la pista juvenil que estrenó puntos de venta de alimentos a menores precios en un grupo de productos. Ahora se impone allí seguir dándole cultura del detalle a la instalación, velar por su cuidado y mantenimiento para que perdure en el tiempo, defienda la tradición y gane más popularidad.
Otros cambios sucedieron en la clínica estomatológica que restableció la prestación de servicios y vistió sus mejores galas el centro reproductor de entomofagos o de medios biológicos para proteger de las plagas a los cañaverales, entre otras instalaciones visitadas por dirigentes provinciales y nacionales, según dio a conocer la prensa local.
La alegría se multiplicó con el concierto del avileño Arnaldo y su Talismán, agrupación generadora de energía para la continuidad de los proyectos socioeconómicos, principalmente de los que constituyen esencia de un municipio eminentemente agroindustrial que necesita desatar las potencialidades cañero-azucareras y aportar más en el programa de autoabastecimiento de alimentos provenientes de la agricultura.
Este es un 26 de julio diferente por arribar a los 70 años una epopeya liderada por Fidel y abrirse la senda hacia nuevas tareas comprometidas con otro aniversario cerrado: El 65 del triunfo de la Revolución el primero de enero del próximo año.