Una revolución constructiva, de embellecimiento de comunidades y centros laborales, así como de engalanamiento de sitios históricos vinculados a los sucesos del 26 de julio de 1953, tienen lugar por esto días en toda la provincia de Santiago de Cuba, con la mayor énfasis en la Ciudad Héroe.
A la pavimentación de calles y avenidas le han seguido la colocación de banderolas con los colores de la bandera cubana, junto con el realce de la jardinería; a la par que en balcones de centros laborales y casas de familias se despliegan la enseña nacional y la bandera del 26 de Julio.
Con singular empeño se labora en el acomodo del polígono del Moncada, hoy área deportiva del Centro Escolar 26 de julio, a escasos metros de la posta 3 del otrora cuartel, por donde entraron los asaltantes, bajo el liderazgo del joven abogado Fidel Castro, aquella mañana de la Santa Ana del año 1953.
Santiago de Cuba bulle, muestra sus mejores galas y hace ciertas las palabras del cantor: “Santiago, cuna y pan, Santiago, florecido Santiago, espera su fecha cumbre, es como si los jardines, sabiendo que no se sufre, o como si la ciudad, con la historia que la cubre, estrenara cada julio un nuevo juego de luces”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.