Cálida, cubanísima, familiar y sumamente entrañable resultó ser la primera actividad del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a pocas horas de su arribo a Bruselas, donde participará en la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)-Unión Europea (UE).
Fue un intercambio, marcado también por la admiración y el respeto hacia la Mayor de las Antillas, con una representación de cubanos residentes en Bélgica y otros países europeos; amigos de la solidaridad de toda la región, así como miembros de la delegación cubana a la Cumbre de los Pueblos. Presentes también el colectivo de la embajada cubana en esta nación; varios eurodiputados, y autoridades del Partido del Trabajo de Bélgica, del Partido de la Izquierda Europea, y del Partido Comunista de España.
En buen cubano, como diría el propio Jefe de Estado: “un ajiaco cubano; porque hay personas de diferentes credos, orígenes y latitudes, a las que nos unen la amistad, el amor y la convicción de que entre todos podemos lograr un mundo mejor. Un ajiaco de amor y de solidaridad”.
“Todo un sueño hecho realidad”, como aseguró la embajadora cubana en Bélgica, Yaira Jiménez Roig, al dar la bienvenida al mandatario, junto a su compañera Lis Cuesta Peraza y la delegación cubana que participará en la cita. “Todas las personas en esta sala tienen una historia de amor con Cuba y la defienden en todos los escenarios”, significó la embajadora.
De agradecimiento y compromiso por el “apoyo constante”, comentó luego el Presidente Díaz-Canel. Este domingo, consideró, “estamos en una gran familia, y por eso también queremos agradecerles que hayan tenido el gesto de aceptar la convocatoria y acompañarnos”.
“Todos somos una familia, y nosotros estamos muy agradecidos y satisfechos de tener una familia como ustedes”, reflexionó el dignatario, para luego destacar la significación que tiene la “compresión que han tenido de la situación que vive Cuba en estos momentos, y cómo ustedes, en medio de ello, siguen mostrando apoyo y confianza en la Revolución cubana”.
Complejidades, Patria, Amigos
Poco más de 200 personas participaron en el encuentro, donde el Presidente Díaz-Canel explicó detalladamente cuánto se complejizó la situación económica en Cuba a partir del segundo semestre del 2019, cuando el Gobierno de los Estados Unidos “llevó a la máxima expresión” su intención de asfixiar al pueblo cubano y buscar un estallido social que derrocara a la Revolución cubana.
La lógica imperial que se ha aplicado, afirmó, tiene diversos componentes, entre los que mencionó la estrategia mediática de descrédito de la Revolución y la plataforma de restauración neocolonial y neoliberal, encaminadas a “quebrar las identidades de nuestros pueblos, buscando que vean como obsoletas sus esencias culturales e históricas”.
Entre otros actos tremendos cometidos contra nuestro país, recordó el recrudecimiento del bloqueo económico comercial y financiero a escalas nunca antes vistas y la inclusión de Cuba en la lista de supuestos países que patrocinan el terrorismo, acciones que han traído consigo, entre otras consecuencias, desabastecimiento de medicamentos, de materias primas y de combustible para respaldar en determinados momentos la generación eléctrica.
En sus palabras con los amigos resultó inevitable hablar de aquellos días dificilísimos vividos en la Mayor de las Antillas durante el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19; de la entrega del personal de la Salud, tanto en el territorio nacional como en otras partes del mundo; así como del desarrollo de nuestras propias vacunas, un hecho que permitió la hazaña de llevar a cabo una Campaña de vacunación sin precedentes en el país.
Y justo aquí, en medio de tantos amigos, se encontraba Belinda Sánchez Ramírez, científica del Centro de Inmunología Molecular que formó parte del equipo de investigadores cubanos que desarrolló nuestras vacunas y hoy se encuentra en Bruselas como parte de la sociedad civil cubana que acude a la Cumbre de los Pueblos. El Presidente la presentó al auditorio y para ella fueron los aplausos estremecedores, el agradecimiento y el abrazo entrañable.
Han sido años sumamente complejos, recordó Díaz-Canel, en los que además de los muchos obstáculos y adversidades que trajo consigo el virus, Cuba debió enfrentar un déficit en el suministro de oxígeno medicinal; la explosión del hotel Saratoga; el incendio de la base de Supertanqueros de Matanzas; así como el paso del huracán Ian por el occidente de la Isla. La ayuda de países solidarios fue fundamental para hacer frente a cada uno de esos complejos escenarios.
De resistencia creativa habló a los amigos el Presidente cubano, ese concepto que se ha puesto en práctica en Cuba en los últimos años y que no es solo resistir el bloqueo, sino en medio de esa resistencia, hacer cosas que desarrollen al país. Es crear con nuestro propio talento y con nuestros propios esfuerzos, enfatizó el mandatario, y llevar esas ideas a todos los ámbitos de la vida en la sociedad cubana.
Ustedes, les dijo, son parte también de esa resistencia creativa de nuestro pueblo: los residentes en el exterior que no han roto con Cuba ni con sus familias; nuestros diplomáticos, que no solo asumen el reto de defender a la Patria en el ámbito político, sino también buscando cómo fortalecer lazos que permitan mejorar la situación económica; y quienes nos van a defender en la Cumbre de los Pueblos.
Como parte de esa resistencia creativa reconoció igualmente a los compañeros de la solidaridad con Cuba en Europa, “que día a día nos dan aliento, nos dan fuerzas y nos comprometen mucho, porque saber que ustedes están viendo en la posición cubana una luz para que el mundo mejore, eso también nos compromete a hacer mejor las cosas”.
Acerca de los principios que viene a defender la Mayor de las Antillas a esta III Cumbre CELAC-UE, el Jefe de Estado aseguró que “no vamos a admitir injerencia en nuestros asuntos internos, ni vamos a permitir singularizaciones de nuestras realidades, ni de las de ningún país; y vamos a defender nuestras convicciones”.
Tengan la seguridad, concluyó, de que Cuba y la Revolución cubana siempre vencerán.
Voces amigas en Europa
Emociones y experiencias se compartieron en esta tarde de domingo en Bruselas, donde las voces amigas demostraron, una vez más, que Cuba no está sola ni lo estará nunca en su lucha contra el injusto bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos.
Justo aquí, en el corazón de Europa, el vicepresidente de “Los Amigos de Cuba”, Freddy Tack, reconoció que la Mayor de las Antillas es “un ejemplo de solidaridad internacional, un pequeño país del Caribe que se impone como ejemplo para todos los pueblos del mundo”.
Del honor que para ella significa participar en este encuentro habló luego Loraine González Arroyo, una cubana residente en esta nación europea. Somos miles de cubanos en este país, aseguró, que seguimos comprometidos con la Patria, como una comunidad unida y solidaria que continúa apoyando a nuestra Isla a pesar de los más de 7 mil 600 kilómetros que nos separan de ella.
Nuestro deber, refirió, es apoyar y preservar nuestra soberanía, sin importar cuán lejos estemos físicamente y mantener vivo ese sentimiento de amor, solidaridad y humanismo que nos identifica como cubanos.
“¿Qué más podemos hacer por Cuba?”, se preguntaba durante el encuentro Raoul Hedebouw, presidente del Partido del Trabajo de Bégica, quien además está al frente del Grupo de amistad parlamentaria con Cuba, posición desde la cual, dijo, tiene “la oportunidad de tomar también la tribuna diplomática para hacer más por Cuba desde el plano solidario”.
Estamos aquí, enfatizó, para “testimoniar el apoyo de nuestro Partido a Cuba en un momento que no es sencillo, porque para nosotros Cuba representa la llama, la esperanza, la prueba de que un mundo diferente es posible, de que un mundo mejor es posible”.
De fortalezas, amor, compromiso, apoyo… esperanzas, se habló esta tarde de domingo en Bélgica. Y como muestra de gratitud hacia Cuba y su heroico pueblo, el Presidente Díaz-Canel recibió, de manos de la cubana residente en Bélgica, Menia Martínez, primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba y directora artística del Conservatorio de Danza de Bruselas, una réplica del único busto de José Martí que se erige en esta ciudad, un lugar, dicen los amigos, que se ha convertido en cita obligada para los cubanos que vienen a Bélgica. El busto es obra del artista José Villa Soberón, Premio Nacional de Artes Plásticas.
A ritmo de la más alegre cubanía cerró el encuentro, marcado por el amor y la familiaridad de los hijos de Cuba y sus amigos, a quienes no importa cuán lejos estén de ella y siempre encuentran razones para seguir cantando a la Patria.
(Tomado de presidencia.gob.cu)
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