“No hay es la respuesta cotidiana a cada solicitud nuestra”, planteaba Israel Méndez García, en la Conferencia Provincial del Sindicato de Trabajadores del Transporte y Puertos, en Ciego de Ávila.
Y es que resulta hoy casi una costumbre para ese obrero estar en el andén sin salida a las posibles soluciones de tantas inquietudes, en lo que se han convertido los talleres ferroviarios del municipio de Morón, donde Trabajadores fue a reencontrarse con el aquejado y sus compañeros.
Al mando de un equipo, con 32 años de permanencia en el puesto de trabajo, Héctor Luis Delgado Muñoz declaró: “Fueron eliminados los calificadores de cargos, ahora todos somos operadores de máquinas-herramienta, pero no con diferentes salarios según la productividad, la calidad y la calificación de tornero A, B y C.
“Estamos llenos de trabas porque ya no tenemos comedor, ni estipendio a cambio para adquirir los alimentos, ni medios de protección personal ni ropa y botas de trabajo, ni el pago es en tiempo y, cuando se demora menos, entonces no hay dinero en el Banco. Por eso se va la fuerza calificada, estar aquí es cosa de valientes”.
Antes Leonardo Jiménez Vega era pailero, hoy soldador reparador. El mismo trabajo que realiza hace más de tres decenios, pero en la actualidad con distinto “collar” lleno de obstáculos, de los cuales menciona uno muy grande.
“Sufre rotura la cobertora que lubrica el engranaje de las locomotoras, nosotros sustituimos la importación de esa pieza, podemos recuperarla como lo hicimos con la de la máquina 51217, cobramos 10 mil pesos, ahora no quieren pagar porque dicen que es mucho dinero; sin embargo, alquilaron una locomotora por 11 mil pesos diariamente y está parada la nuestra que le llamamos el trompo Morón-Ciego”, subrayó.
“Trabajamos con la técnica más vieja del país, locomotoras modelo 900 y 1 200 superan los 60 años de explotación. Para mantenerlas tenemos tremendo potencial, por ejemplo, una cizalla casi única en la provincia, un torno que evita el traslado como antes a otras provincias, de las ruedas de locomotoras y vagones para su rectificación, y los hierros más importantes que son los recursos humanos”, dijo Israel.
Tras la celebración de la Conferencia partió una comisión hacia la unidad integrada por dirigentes del Sindicato Municipal y Provincial del Transporte, encabezada por la CTC, porque como expresara Méndez García en la reunión: Algunos trabajadores no quieren afiliarse al Sindicato, nunca recibimos el salario los días 10 como establece el Convenio Colectivo de Trabajo, tuvimos que dar dinero para comprar nuestros propios estímulos en el último chequeo de emulación…
Faltan los viajes de la tripulación administrativa, no estuvo presente en dicha Conferencia, ni atiende las preocupaciones de sus empleados, porque no escuchan los criterios en las asambleas de afiliados anuladas y el abandono (techos deteriorados, falta de pintura, enyerbamiento…) avanza con prisa en los talleres ferroviarios de Morón que años atrás acogió el acto nacional por el Día del Trabajador del Transporte.
En cambio, ese centro es como el caboose de la Empresa de Ferrocarriles de Camagüey, al cual se subordina y, si no se cambia el chucho y el ritmo, sucederá como en la terminal, cuando hay cancelaciones o dilaciones, el viajero afirma en tono jocoso: El tren se ponchó.