LISBOA, Portugal.-Estremecedor, con una multitud que no solo llenó el recinto de un teatro sino también un espacio cercano para ver lo que sucedía a través de una pantalla resultó ser, este sábado en la tarde, el acto de solidaridad con Cuba que tuvo lugar en la Sociedad de Instrucción y Beneficencia “La voz del operario”, y que contó con la presencia del Presidente Díaz-Canel Bermúdez.
En el corazón de esta bellísima ciudad cientos de voces amigas se unieron para gritar “Cuba sí, bloqueo no”, y para reafirmar que la Revolución cubana es fuente de inspiración. Fue hermoso ver con ojos renovados, como rehechos, cuánto significa el arresto de un pequeño país caribeño cuyo imperdonable pecado a los ojos del imperio ha sido tomar las riendas de su propio destino.
Hubo notas muy emotivas, como escuchar el canto de un grupo de mineros portugueses, o disfrutar la danza, sobre las tablas, de un grupo de jóvenes al ritmo de “La Maza”, de Silvio Rodríguez. Y caló muy hondo, inesperadamente, ver a un grupo de pioneros cubanos darse las manos y danzar, ataviados con sus pañoletas -como en Cuba-, y guiados por la paciencia y el amor de mujeres de la Isla amada.
Sobre esto último, cuando los niños nuestros terminaron su presentación, el Jefe de Estado les lanzaba besos colmados de gratitud y cariño, porque verlos a ellos era como tener un pedacito de Patria a la mano, aunque el amor portugués, expandido en la sala del teatro, no dejaba resquicios a la nostalgia.
Hacia el final de un acto inolvidable, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba subió al escenario, a los micrófonos, para expresar: “Saludos Portugal. Un abrazo para los trabajadores y para los hermanos portugueses de la solidaridad con Cuba. Un abrazo para todos los que están aquí en esta sala, manifestando el apoyo a la Revolución cubana, al pueblo cubano, para los que están en otras salas viendo este acto por pantalla y también para los que no pudieron llegar”.
El mandatario extendió “un abrazo y un reconocimiento a los organizadores, a los productores, a los guionistas y a los artistas que nos han entregado con toda su pasión su arte revolucionario, que nos han entregado canciones y bailes de solidaridad”. Y habló sobre cómo los cubanos allí presentes estaban “muy emocionados”. Y enfatizó:
“Nosotros estamos viviendo emociones muy intensas en este encuentro con ustedes”. Hizo referencia entonces a la manera en que los amigos se movilizaron, a “los esfuerzos que han tenido que hacer para llegar hasta aquí -muchos han venido desde otras regiones del país, desde muy lejos, han dedicado una parte de su tiempo familiar de hoy sábado en la tarde noche para estar con nosotros-, y eso se lo vamos a agradecer toda la vida, y nunca vamos a olvidar este encuentro con ustedes”.
La Cuba que inspira
“Este encuentro, entre hermanos, entre amigos, entre personas que tenemos como ideal un mundo mejor que es posible, como nos dijo Fidel, tiene antecedentes”, afirmó el mandatario, quien seguidamente contó que “en estos días, y también quiero agradecerlo, cuando hemos estado en un grupo de actividades públicas aquí en Lisboa, siempre hemos tenido el apoyo de jóvenes comunistas que están por aquí, y de otros miembros de organizaciones de solidaridad que nos han estado acompañando con esas mismas consignas que ustedes están vitoreando aquí en este recinto”.
“Y nos preguntamos: si este es el afecto, si este es el calor, si esta es la manera en que nos están recibiendo en estos espacios, ¿qué va a pasar el sábado en el acto masivo de solidaridad con Cuba? Y aquí estamos con ustedes, compartiendo sentimientos. No saben cuántas ideas nos están pasando por la cabeza al ver cómo en latitudes diferentes los que queremos un mundo mejor podemos compartir ideas, podemos compartir compromisos, podemos compartir sueños y sobre todo compartir la convicción de que vamos a poder y de que vamos a vencer”.
Fidel en el recuerdo, y la solidaridad
A las amigas y amigos presentes, el Presidente Díaz-Canel dijo: “Estar junto a ustedes, hoy, es una evocación al histórico encuentro del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en el acto de solidaridad en Oporto, el 18 de octubre de 1998”. E hizo explícito que, “como lo fue para Fidel en aquel momento, para nosotros es un enorme compromiso expresarles hoy nuestro sentimiento de admiración, reconocimiento y cariño por el apoyo recibido de ustedes”.
El dignatario trajo a colación el momento en que Fidel participó en aquel acto, cuando corrían los tiempos del “impacto de la caída del campo socialista, años de incertidumbre para muchos, de invasión cultural, de globalización neoliberal y no precisamente de globalización solidaria”. Eran momentos también, recordó, de denuncia sobre los daños al medio ambiente; y “para Cuba, para nosotros, de heroica resistencia”.
El mandatario del país caribeño expresó que antes de realizar la visita a Portugal estudió nuevamente el discurso de Fidel en aquel acto. Sobre las palabras del líder histórico de la Revolución cubana, Díaz-Canel Bermúdez destacó que “todo lo expresado en aquella ocasión, tal vez con determinados matices, tiene plena vigencia, hoy, en la situación que estamos viviendo en el mundo, en Portugal y en Cuba”.
“Como todos ustedes saben, estamos realizando una visita de Estado a la República Portuguesa, en respuesta a una invitación del presidente Marcelo Rebelo de Sousa, con quien hemos compartido ayer una intensa jornada de trabajo, en la que hemos destacado los lazos históricos que unen a nuestros países y a nuestros pueblos”.
El Jefe de Estado habló de “ternura de los pueblos”, como llamó un poeta a los hilos que unen a Cuba y Portugal: “No hay definición más exacta, valoró, cuando se vive lo que ustedes nos están entregando hoy”.
“Para Cuba, la solidaridad ha sido y es pilar de nuestra política exterior -añadió-; la hemos brindado por décadas alrededor del mundo y apreciamos en alto grado que también la recibimos desde los cinco continentes. No podría explicarse la existencia misma de nuestra nación en Revolución, desde sus orígenes, sin la solidaridad internacional. Y así lo certificó el Comandante en Jefe, Fidel Castro, en su histórico concepto de Revolución en el año 2000”.
“Permítanme, por tanto, reconocer especialmente en ustedes, y en todos aquellos que no han podido acompañarnos hoy, las incontables pruebas de afecto y apoyo emanados del activismo solidario de la Asociación de Amistad Portugal-Cuba, de los amigos de la solidaridad de Portugal con Cuba durante años”.
En este punto de sus palabras el Presidente cubano resaltó cómo la solidaridad portuguesa, con el pueblo cubano, se fortaleció en los duros años de enfrentamiento a la pandemia de COVID-19, con numerosas iniciativas que beneficiaron a cientos de familias cubanas en distintas provincias de la Isla. Y añadió que la prueba de todo lo que él había planteado antes podría encontrarse cuando se estudia, a la luz de estos días siempre desafiantes, algo que dijo Fidel hace 62 años: “El mundo ha sido solidario con Cuba y por eso Cuba se siente cada día más solidaria con todos los pueblos del mundo”.
¿Quién se atrevería a negar esas palabras que parecen dichas para hoy?, indagó el Jefe de Estado, para seguidamente afirmar: “Conocemos y agradecemos profundamente los pronunciamientos de ustedes contra el bloqueo de Estados Unidos y contra la inaceptable inclusión de nuestro país en la espuria y arbitraria lista de Estados patrocinadores del terrorismo, que de manera unilateral elabora ese país que se cree dueño del mundo y que ha patrocinado, durante décadas, las acciones terroristas contra Cuba. Si alguien debía estar en esa lista es el Gobierno de los Estados Unidos”.
El impacto de un castigo masivo
“El bloqueo, como lo demuestra la difícil cotidianidad del cubano, es -aseveró Díaz-Canel- el principal obstáculo al desarrollo económico y social de nuestro país. Impacta con crueldad en el día a día de cada familia cubana. Es una violación enorme, masiva y sistemática de los derechos humanos de todo un pueblo, para obligarlo a desistir del camino de justicia social que ha decidido darse en el proceso de construcción socialista”.
A los amigos presentes, preguntó el Jefe de Estado: “¿Cuánto más podrían hacer ustedes por Cuba y cuánto más podría hacer Cuba por el mundo sin el obstáculo del bloqueo, sin las 243 medidas adicionales que aprobó el Presidente Trump y que ha mantenido el Presidente Biden para agravarlo y recrudecerlo?”.
“En el caso de la fraudulenta Lista de supuestos Estados Patrocinadores del Terrorismo, la reinclusión en ella por parte del presidente Trump, a escasas horas de abandonar la Casa Blanca, tenía el malsano propósito de adicionar nuevos y más difíciles obstáculos, de efecto inmediato, para revertir el avance experimentado en las relaciones entre ambos países (entre Cuba y Estados Unidos), cuando se flexibilizaron unas pocas restricciones durante la administración anterior de Obama”.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista denunció que “estar en ese listado ha costado a Cuba la suspensión de las operaciones, con nuestro país, por parte de numerosos bancos y agencias financieras en todo el mundo, lo que ha provocado, entre otras consecuencias, la paralización de transferencias destinadas a la compra de alimentos, medicamentos, materias primas para nuestros procesos productivos y otros bienes para la población”.
“Ustedes saben bien que Cuba no patrocina el terrorismo. Lo sabe el mundo. Cuba ha sido víctima de acciones terroristas perpetradas, respaldadas u observadas con mirada cómplice por el Gobierno de los Estados Unidos”, subrayó el mandatario. Y afirmó seguidamente que “fue el gobierno de los Estados Unidos, y no el de Cuba, el que permitió que connotados terroristas, responsables directos de la muerte de cientos de nuestros compatriotas, vivieran una vida tranquila en su territorio sin que respondieran ante la justicia por sus crímenes”.
“Lisboa, en los años 70, fue escenario de uno de esos crímenes: el asesinato de los diplomáticos cubanos Adriana Corcho y Efrén Monteagudo, víctimas de una carta bomba en la Embajada de Cuba en esta Capital, en 1976, un año que guarda el pavoroso récord de actos terroristas contra nuestro pueblo”.
“Cuba patrocina la paz, el entendimiento entre las naciones y el respeto a los principios del Derecho Internacional. Junto a sus hermanos de América, promovió y defiende la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz”, enfatizó el Presidente cubano.
Y dijo más: “Cuba practica la solidaridad; y a la expansión de esa noble práctica es a la que teme el Gobierno de los Estados Unidos, porque Cuba ha sobrevivido a las políticas hostiles que contra ella se aplican, gracias a su pueblo y al apoyo internacional”.
A los amigos portugueses dijo el dignatario: “Ustedes han celebrado nuestros triunfos como propios y nos han acompañado en los momentos más difíciles, conscientes de que la verdadera solidaridad estriba en compartir lo que se tiene y no en dar lo que sobra. Ustedes nos han dado y tienen de nosotros la ternura de nuestro pueblo”.
En defensa de la verdad
“Como si no bastaran la agresividad económica, comercial y financiera que enfrenta Cuba, en plena era digital, se ha hecho uso, por nuestros enemigos, de una guerra mediática a través de todas las plataformas disponibles, para instigar con intensidad, desembozadamente, al cambio de régimen en Cuba”.
Así lo denunció el dignatario cubano, quien no pasó por alto que para el anterior propósito “los personeros anticubanos en Estados Unidos, y también sus acólitos en Europa, han diseñado y ejecutado campañas de descrédito sobre Cuba, con la mayor perversidad posible, al tergiversar la realidad nacional, crear escenarios hostiles y mentir y calumniar sin pudor”.
“Siguiendo ciegamente la guía de esa narrativa, dijo, hay quienes pretenden descarrilar el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba, en momentos en que ambas partes hemos validado su utilidad para acercarnos más, a pesar de nuestras diferencias”.
“Hemos dicho a quienes nos adversan, que los cubanos construimos con mucho esfuerzo una sociedad perfectible; que de nuestros propios errores sacamos enseñanzas y aprendizajes, pero Cuba tiene derecho a vivir en paz y a desarrollarse sin injerencias foráneas que pretendan cambiar los destinos que la mayoría de su pueblo eligió soberanamente”.
Gratitud y convicción
“Junto a nosotros, están ustedes, que dedican incontables horas de sacrificio personal a la causa de la Revolución cubana, lo cual nos conmueve y despierta una admiración y profundos sentimientos de gratitud de nuestro pueblo hacia todos ustedes”, expresó el Jefe de Estado a la multitud amiga.
“Ante ustedes, expresó, ratificamos que a pesar de las dificultades y las agresiones Cuba no se rinde ni se doblega. Avanzamos con firmeza en la actualización de nuestro modelo económico y social y no renunciamos, sino ratificamos nuestra convicción de construcción socialista con la participación activa y consciente de nuestros trabajadores; y con la solidaridad de nuestros amigos de todos los continentes, lucharemos para conquistar toda la justicia por Cuba y por el mundo que está hambriento de justicia social”.
Hacia el final de sus palabras el dignatario confirmó que estará “presente en Bruselas, en la Cumbre CELAC-Unión Europea, como demostración de la voluntad de Cuba de seguir tendiendo puentes en las relaciones entre ambas regiones, sobre la base de la igualdad, el respeto mutuo, y con la aspiración de mantener una mayor cooperación que beneficie a los pueblos de América Latina y el Caribe”.
“Les anticipo un sincero agradecimiento, porque sé que algunos de ustedes también estarán en Bruselas en la vibrante Cumbre de los Pueblos, en favor del desarrollo, contra los efectos del cambio climático, por la igualdad y por la solidaridad”.
Díaz-Canel Bermúdez compartió con los presentes lo que sintió Fidel, aquel día en Oporto, cuando expuso: “Ustedes no son capaces de imaginarse cuánto nos alienta la solidaridad de ustedes, lo que ustedes han hecho hoy, (…) la energía de ustedes, la fortaleza de ustedes, la vitalidad de ustedes”. El presidente cubano afirmó que lo dicho por el Comandante en Jefe era algo que podía sentirse en la tarde de este sábado: “Ustedes nos aportan un aliento que no tiene precio -había dicho el líder de la Revolución cubana a los portugueses-, multiplican nuestra confianza, realmente nos llenan de esperanza, yo no tengo palabras para decirles realmente cuánto lo agradecemos”.
A quienes llamó hermanas y hermanos, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba dijo: “Desde esa, nuestra historia común y compartida, y desde el presente, reciban un abrazo fraterno todas y todos esta tarde, con el amor sincero que los cubanos sabemos dar a los verdaderos amigos”.