Para combatir los mosquitos que junto al calor molestan en verano haga trampas con olor como el que desprenden nuestros cuerpos.
Corte la parte superior de un pomo plástico e insértela al revés en el propio envase para que el insecto entre y no halle la salida. Cubra la porción inferior para que esté oscura.
Caliente 1/4 de litro de agua con 4 cucharadas de azúcar, vierta la mezcla fría en el pomo y agregue un gramo de levadura que desprenderá dióxido de carbono, cuyo olor atraerá al zancudo.