Lo multitudinario del pasacalles de la Fiesta del Fuego, con todas las delegaciones asistentes al evento, se tornó confirmación del modo en que los santiagueros hacen suya esta celebración de culturas populares de la región.
La tarde de este miércoles, desde la Plaza de Marte hasta el parque de Céspedes, corazón de la urbe más caribeña de Cuba, grupos portadores y reproductores de tradiciones, artistas, y otros participantes en el Festival mostraron con bailes y cantos todo el color, la alegría y la diversidad de expresiones culturales confluyentes en una cita que se dedica a las tradiciones mexicanas de la vida y la muerte.
El inicio del desfile lo marcó la ceremonia de entrega de la Mpaka, tarro de bovino que simboliza la carga positiva de paz, unidad y defensa de las culturas de las naciones caribeñas que inspiran al Festival.
José Ramón Monteagudo Ruiz, primer secretario del Partido en la provincia, recibió dicho artilugio mágico-religioso que igualmente transmite energías positivas y cargas de prosperidad.
A seguidas fueron avanzando frente al antiguo Ayuntamiento de la ciudad, próxima a celebrar 508 años de fundada, las distintas delegaciones, y el cierre lo marcó, como es habitual, la conga santiaguera, que a toque de tambor y corneta china arrastró a un pueblo que sigue teniendo al Festival entre los eventos más seguidos y gustados.
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