Un encuentro sin formalismos, a partir de un informe claro y concreto como radiografía del centro, con un sindicato bien preparado, capaz, si fuera preciso, de discutir de tú a tú con la administración y participantes motivados, son condiciones que deberá reunir la discusión del plan y el presupuesto para el año 2024 que en su primera etapa se efectuará en los colectivos laborales entre el 1ro. y el 15 de julio próximos.
En declaraciones a Trabajadores, José Antonio Pérez Pérez, miembro del Secretariado Nacional de la CTC a cargo de la esfera de Asuntos Económicos, subrayó que “resulta necesario que los trabajadores aporten sus criterios, con objetividad y realismo, identificando las potencialidades existentes en la infraestructura tecnológica, recursos humanos, encadenamiento con otros actores económicos y las facultades que les otorgan a las empresas mayor autonomía en su gestión, lo cual favorecerá la recuperación y crecimiento de los niveles de actividad, renglones exportables y la sustitución de importaciones”.
Por supuesto que la discusión no parte de cero porque algo que no se puede pasar por alto en esta nueva convocatoria es la atención a los planteamientos del análisis anterior, entre ellos, por solo mencionar algunos ejemplos, las insatisfacciones con la insuficiente capacidad de compra del salario, en diversos sectores, con la escala salarial de la categoría ocupacional de operarios, que ha generado una elevada fluctuación laboral, la inconformidad con sistemas de pago en las empresas y las inquietudes relacionadas con la distribución de utilidades por la deficiente elaboración y aplicación de los reglamentos.
Como puntualizó Pérez Pérez corresponde a los secretarios generales de los sindicatos nacionales, de los comités provinciales de la CTC y el municipio especial Isla de la Juventud definir de conjunto con los jefes de los Organismos de la Administración Central del Estado (Oace), las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (Osde), entidades nacionales, gobernadores y el intendente del municipio especial, las acciones de preparación de los cuadros sindicales y administrativos que conducirán el proceso, el contenido del informe a presentar y los escenarios de participación de los trabajadores.
En esto último hay que romper esquemas y valorar las particularidades de cada entidad, como asevera el miembro del Secretariado Nacional, y contemplar espacios como encuentros por áreas de trabajo, talleres, intercambios, consejos de dirección, reuniones de los ejecutivos de las secciones y burós sindicales, asambleas de representantes y de asociados a la Anir, entre otras vías, que permitan desplegar un proceso que involucre a todos.
Ello, subraya, debe concluir con el análisis y discusión colectiva en la asamblea de afiliados y trabajadores.