PARÍS, Francia.- La última sesión de la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial llegó a su fin con la esperanza de movilizar esfuerzos para apoyar a los países más pobres y golpeados por el cambio climático; y Cuba estuvo representada por una delegación de alto nivel que lideró el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
La delegación cubana ha estado integrada, además, por el miembro del Buró Político y canciller, Bruno Rodríguez Parrilla; la viceministra de Relaciones Exteriores Anayansi Rodríguez Camejo; Pedro Luis Pedroso, embajador a cargo de la Presidencia de Cuba del G-77, y otras personalidades.
Desde el jueves, alrededor de unos 40 jefes de Estado y de Gobierno, fundamentalmente de África y otras naciones del Tercer Mundo, directivos de las grandes instituciones internacionales derivadas del añejo y desfasado Tratado de Breton Wood, y de otras organizaciones, debatieron sobre financiamiento, cambio climático y urgencias de un mundo cada vez más vulnerable y caótico.
El propio anfitrión de la cumbre, el Presidente Macrón, ha expresado que hay que “intentar reconciliar” la lucha contra la pobreza, la lucha por la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. Salvar el planeta -dijo- significa intentar reconciliar un mundo “dividido” en una “época de fracturas y riesgos».
En el fondo, expuso, se trata de restablecer la confianza resquebrajada entre unos Estados del Norte y un “Sur global” asfixiado por la pobreza histórica y las calamidades climáticas, dos fenómenos que alimentan la espiral insostenible de la deuda, y para lograrlo, defendió, es necesario inyectar flujos financieros masivos en la economía real.
Este viernes, en la clausura del cónclave para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, Macrón se pronunció a favor de establecer una fiscalidad internacional para financiar la lucha contra la pobreza y contra el cambio climático con diversos tipos de impuestos, entre otras acciones.
En su intervención ayer en la cumbre, el Presidente Miguel Díaz-Canel, en representación de Cuba como presidente Pro Témpore del G-77 más China, recordó que esta es la agrupación más representativa de las naciones en desarrollo y la que históricamente ha sido bandera y portavoz de los reclamos que hoy nos reúnen.
Y nuestros pueblos -reclamó Díaz-Canel- “no pueden ni deben seguir siendo laboratorios de recetas coloniales y de renovadas formas de dominación que emplean la deuda, la arquitectura financiera internacional actual y las medidas coercitivas unilaterales, para perpetuar el subdesarrollo e incrementar las arcas de unos pocos a expensas del Sur”.
“Urge, como la mayor de todas las urgencias -enfatizó el Presidente cubano- un nuevo y más justo orden internacional”.